Qué son los ‘gastos vampiro’, cómo detectarlos y en qué se diferencian de los gastos ‘hormiga’
Se tratan de desembolsos planificados a los que se incurre de manera involuntaria. Expertos aconsejan revisar todos los movimientos bancarios para detectarlos. Pueden llegar a suponer casi 2.000 euros de gasto anual.
Muchas personas suelen planificar todos los gastos fijos mensuales que van a tener que abordar a final del mismo. Sin embargo, algunos gastos pasan inadvertidos para la consciencia humana a pesar de ser recurrentes durante todos los meses, alterando de manera significativa la economía mensual, y por ende, el nivel adquisitivo. A estos se les nombra coloquialmente bajo el apodo de “gastos vampiro”.
¿Qué son los gastos “vampiro”?
Además, este tipo de gastos no son fáciles de detener, ya que no están contemplados en la planificación del gasto mensual, pero sí mantienen una permanencia cada mes. Es decir, son gastos que están previstos mensualmente pero por un problema surgido a lo largo del mes hace que se encarezca, convirtiéndose en un gasto mucho mayor de lo previsto sin ser plenamente consciente de ello.
Según explica el experto en finanzas personales Richard García Anso, se pueden tratan de pagos que inicialmente son de escaso calado pero que una subida progresiva de precio sin previo aviso se forman gastos más grandes de los inicialmente esperados.
El experto cifra que el gasto anual puede oscilar entre los 1.200€ y los 1.800€. En los casos más extremos, la cantidad mensual de este tipo de gastos pueden suponer hasta el 20% del gasto mensual. Por su parte, David Riudor, CEO de la aplicación Goin, cita algunos ejemplos de los que cita son subscripciones o averías en los suministros de la vivienda.
¿Cómo detectarlos?
Ante la dificultad de la detección de este tipo de gastos, el propio García Anso recomienda “revisar todos los movimientos bancarios, tanto de tarjetas como de cuentas, cancelar servicios y cargos automáticos inutilizados”. Es decir, revisar que todos los gastos estén bajo los parámetros programados, y ninguno se sale del límite establecido.
¿En qué se diferencian de los gastos “hormiga”?
Para diferenciar los “gastos hormiga” de los “gastos vampiro”, es necesario contextualizar los primeros. Los “gastos hormiga” son aquellos desembolsos no planificados que afectan al día a día, y se asumen por capricho. Son pequeños, pueden suponer al mes un gasto adicional por acumulación.
En definitiva, los “gastos vampiro” distan de los “gastos hormiga” en que los primeros entran dentro de la planificación mensual del gasto, y se producen de forma indirecta a la voluntad del usuario. Sin embargo, los segundos se producen bajo el deseo del usuario, y se salen fuera de la planificación del gasto mensual.