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¿Qué es la inflación, cuál ha sido la mayor en la historia de España y en qué año se produjo?

Existe inflación cuando se produce un aumento general de los precios, no solo de artículos individuales, algo que se da en las economías de mercado donde los bienes y servicios están sujetos a cambios.

Graciela López

Existe inflación cuando se produce un aumento general de los precios, no solo de artículos individuales, una característica de las economías de mercado sujetas a cambios.

Para calcular la inflación se tienen en cuenta todos los bienes y servicios que consumen las familias, incluidos los artículos de consumo diario como alimentos, periódico o gasolina; los bienes de consumo duradero, como prendas de vestir, ordenadores o lavadoras; y los servicios como peluquería, seguros o alquiler de vivienda.

Eurostat calcula la inflación mensual de los precios de consumo en la zona del euro. El Índice Armonizado de Precios de Consumo (IAPC) incluye, en promedio, unos setecientos bienes y servicios y refleja el gasto medio de las familias de la zona del euro para una cesta determinada de productos. Lista completa de productos incluidos en el IAPC y tasas de inflación actuales.

Algunos ejemplos considerando un año base. El primer año había una tasa de inflación del 2.9%; el segundo año, 1.8%. El coste total de la cesta de la compra empezó siendo de 850€, al año siguiente 875€, y el último año 891€.

  • 150 barras de pan al año que cuestan 1.50 euros; un año después cuesta la misma barra de pan 13.0 euros; dos años después, 1.60 euros.
  • 100 cafés anuales, a 2.40 euros el café; un año después cuesta 2.40 euros, y dos años después, 2.15 euros.
  • 12 cortes de pelo, a 20 euros el corte de pelo base. Un año después cuesta 22 euros; dos años después cuesta 23 euros.
  • un abrigo, que cuesta 145 euros. Un año después cuesta 176 euros; dos años después 160 euros.

La importancia de la percepción de la inflación

El nivel de inflación que los consumidores perciben es mayor al que muestran los índices de precios oficiales. ¿De qué depende entonces esa percepción? Algunos estudios han demostrado que:

  • Las subidas reciben mayor atención que las bajadas o el mantenimiento de los precios y se recuerdan durante más tiempo.
  • Las compras frecuentes en efectivo reciben mayor atención. En los últimos años, los precios de algunos bienes y servicios que se compran frecuentemente, como la gasolina, el pan o un billete de autobús, han aumentado por encima de la media. Al pensar en la inflación, solemos fijarnos demasiado en las variaciones de los precios de esos artículos, lo que puede llevarnos a sobrestimar la verdadera tasa de inflación.
  • Se presta menor atención a los gastos ocasionales y a los adeudos directos. Las familias dedican una parte importante de sus ingresos a gastos ocasionales como la compra de un automóvil o unas vacaciones. Otros artículos, como el alquiler o la factura telefónica, suelen pagarse mediante transferencia bancaria automática y las variaciones de sus precios no se tienen tan en cuenta cuando se piensa en la inflación.
  • Inflación individual. El Índice Armonizado de Precios de Consumo (IAPC) se basa en una cesta media de bienes y servicios representativa de las familias. Sin embargo, las familias que se enfrentan a subidas de precios superiores a la media seguramente son más conscientes de esas subidas que aquéllas que experimentan aumentos inferiores a esa media.
  • Las tasas de inflación son interanuales, pero nuestra memoria va más atrás. El nivel general de precios en un determinado momento se compara con el registrado en ese mismo momento del año anterior. Sin embargo, en la percepción de los ciudadanos puede influir el recuerdo de los precios de hace varios años.
  • Variaciones de precios frente a mejoras de calidad. Las variaciones de precios suelen identificarse con la inflación sin tener en cuenta posibles diferencias de calidad. El IAPC tiene en cuenta este aspecto descontando la parte de la variación debida a la calidad.

Inflación de 1961

En las décadas de los ‘70 y ‘80 se registraron elevadas tasas de inflación en muchos países europeos. Dichas tasas se han reducido considerablemente desde mediados de los ‘90 debido a la preparación para la adopción del euro y a la política monetaria del Banco Central Europeo. Muy recientemente, las tasas de inflación han registrado un aumento notable debido principalmente a la subida de los precios de la energía y de los alimentos. En este link puedes ver datos de la serie histórica.

Qué pasa en España

La estadística en España confirma que en el mes de julio, la inflación subió un 10,8% frente al mismo mes del año pasado, según el dato preliminar publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Es el dato de tasa más alta de los últimos 38 años, desde septiembre de 1984, y supera el 10,2% registrado en junio.

Según cuenta Ángel Talavera, economista jefe de Oxford Economics para Europa, al diario El País, la inflación seguirá siendo alta en España. “Empieza a haber señales cada vez más claras de caídas en los precios de las materias primas anticipando un frenazo económico, y espero que esto empiece a moderar la inflación gradualmente después del verano, pero mientras los precios de la energía sigan disparados, no creo que vayamos a ver una caída sustancial de la inflación hasta bien entrado 2023″.

A nivel internacional, Estados Unidos han tocado en julio su pico de inflación, en el 9,1%, la más alta desde 1981. En Alemania creció al 8,5% desde el 8,2%, y en Holanda repuntó al 11,6% después de tres meses de caídas. En la zona euro, Eurostat dice que la inflación en julio se situó en el 8,9% de media en los 19 países de la moneda única, tres décimas más que en junio.

La tasa de inflación anual en España llegó a 9,8% en marzo, su nivel más alto en 37 años, según confirmó este miércoles (13.04.2022) el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La cifra se sitúa “más de dos puntos por encima de la registrada en febrero”, cuando la inflación alcanzó 7,6% en un año, indicó el INE en un comunicado que confirma la primera estimación provisional que publicó el pasado 30 de marzo. El índice de precios al consumo (IPC) no había registrado una tasa tan elevada en España desde mayo de 1985, destacó la institución.

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