¿Qué es el síndrome del impostor?

“No soy un gran cantante, tampoco sé si lo hago bien y la verdad que hay algo que me sorprende: que 22 años después siga pasando todo esto con el síndrome del impostor tan grande que tengo”. Entre otros muchos mensajes, así ha explicado el cantante Dani Martín su supuesto retiro “temporal” de la música en sus redes sociales, una retirada que luego desmintió.

No deja de ser curioso que un artista de su talla tenga síndrome del impostor. Ha ganado premios como mejor artista solista, mejor videoclip del año, gira del año y Golden Music Award por los 40 principales. Se llevó el Ondas a mejor artista del año. Ha vendido más de un millón de copias de sus álbumes con El Canto del Loco y se reinventó después de que la banda se separase. También ha aparecido en televisión y en numerosas películas, una de ellas dirigida por Almodóvar. Sin embargo, el artista cree que no merece su éxito y reconocimiento. ¿Qué es el síndrome del impostor?

La psicóloga del Colegio de Psicólogos de Madrid y doctora en Neurociencia, Ana Asensio, lo definió en La Ventana de Cadena Ser como un fenómeno psicológico que sufren las personas que no se sienten a la altura de las circunstancias o que no se sienten capaces de aceptar lo que han obtenido con sus logros. “Estás siempre criticándote, siempre juzgándote [...] Todo el mundo tiene un impostor dentro que en un momento dado viene”, señaló.

Según la psicóloga, el 70% de las personas sufre síndrome del impostor, pero en los artistas el porcentaje es mayor “porque hay más exposición y más evaluación”. Según Asensio, las personas con carácter perfeccionista y con objetivos muy elevados son las que más sufren el síndrome, porque “hay mucho miedo a fracasar y a perder el control”. Sin embargo, la situación de Dani Martín apunta más a “una racha puntual que está viviendo ahora que a su trayectoria”.

¿Hay solución al síndrome del impostor?

El síndrome del impostor esconde otras muchas sensaciones en un individuo, como “miedo, culpa y tristeza”. Afecta a todos los aspectos de la vida de una persona y no se limita al laboral. Por ejemplo, puede hacerte pensar que no das la talla como progenitor, como pareja, como como amigo, como hijo…

“El ser humano tiende a compararse con los demás”, señala Asensio. La psicóloga asegura que, si una persona quiere compararse, debe hacerlo consigo misma, pero que las redes sociales facilitan mirar a los demás e idolatrar sus vidas. Pero hay solución para el síndrome del impostor. Se puede salir de él porque es “un constructo mental, una percepción de la realidad distorsionada [...] Al final todo el mundo ha hecho cosas dignas de ser honorables”, indica.