Putin, en “un callejón sin salida”
El exredactor de los discursos de Putin, Abbas Gallyamov, asegura al New York Times que el presidente ruso “es el pilar central” y que “está detrás de todas las decisiones importantes”.
A Putin cada vez le cuesta más escapar de los fracasos de su país. Cuando Ucrania lanzó su contraofensiva y recuperó gran parte del territorio ocupado por el Kremlin, los señalados fueron los altos mandos militares. Vladimir Putin escapó de la polémica. Se dijo que al presidente ruso le habían aconsejado mal antes de comenzar la invasión, e incluso se pidió la cabeza de los comandantes que habían perdido el terreno ganado. Putin consigue escabullirse de cualquier derrota rusa y la propaganda acaba poniendo el peso de los fracasos en los hombros de otros rangos inferiores al presidente ruso.
Pero todas las destituciones y críticas son puros escaparates. “El público entiende muy bien que es Putin quien está detrás de todas las decisiones importantes”, explica para el New York Times Abbas Gallyamov, un exredactor de discursos de Putin que ahora trabaja como consultor político. ¿Por qué no se señala nunca la figura del presidente ruso? “Él es el pilar central en la construcción del sistema, y si él está temblando, todo el sistema está temblando”, asegura. Por él pasan todas las decisiones. Debe ser el último en caer para que Rusia se sostenga.
Sin embargo, según Gallyamov, Putin “está en un callejón sin salida”. El presidente no necesita una victoria como tal, sino algo que pueda vender que el país está mejor que antes de la guerra. “No puede parar y no puede continuar”, asegura el Gallyamov. Muchos expertos afirman que Ucrania debe olvidarse de Crimea por esa misma razón, un territorio que desde 2014 es controlado por Rusia.
La imagen sólida que proyecta Putin es clave para el régimen. El simbolismo es importante. Este miércoles el comandante general de las fuerzas rusas, Sergey Surovikin, anunció que las tropas se retirarían de Jersón porque ya no era posible mantener los suministros en la ciudad. Mientras tanto, Putin se encontraba celebrando el 75 aniversario de la Agencia Federal Médico-Biológica, una distancia que desde el NYT apuntan como “deliberada”. Sin embargo, “a Putin le resulta cada vez más difícil separarse del tufillo del fracaso, que está erosionando gradualmente su imagen como un líder decisivo e indomable”, explica el periódico estadounidense.
Putin se desmarca de la comunidad internacional
El presidente ruso se aísla cada vez más del ámbito internacional. Este jueves, las autoridades del país anunciaron que Putin no acudiría a la cumbre de líderes del G20 que se celebra en Bali (Indonesia) los días 15 y 16 de noviembre. En su lugar irá el ministro de Exteriores Serguéi Lavrov, que ya ha representado a Rusia en casi todos los viajes que Moscú ha hecho al exterior durante la guerra, como la gira africana que tuvo como objetivo conseguir aliados.
Pero Putin tampoco hará una conexión por vídeo. Según ha afirmado el Kremlin este viernes, el presidente ruso “no tiene planeado” participar por videoconferencia en la cumbre. El portavoz del Gobierno, Dmitry Peskov, ha explicado que la decisión está relacionada con la agenda de Putin y la necesidad de permanecer en Rusia.
La ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, ha considerado este viernes la decisión de Putin de no asistir a la cumbre del G20 como un “reflejo” de su aislamiento y ha avanzado que ése será también el mensaje de la comunidad internacional al “régimen ruso”. “El mensaje a Rusia del próximo encuentro del G20 será que la comunidad internacional no apoya sus acciones”, ha indicado Baerbock