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¿Por qué las pilas y los chicles se ponen en las cajas de los supermercados?

Las pilas y los chicles son dos de los elementos más habituales que nos podemos encontrar en la caja de un supermercado. Este es el motivo de su presencia.

Foto: Cuartoscuro

La compra en el supermercado es un momento fundamental para todas las familias. Es en este periodo cuando se adquiere lo necesario para afrontar la semana. Ya sean alimentos, perfumes o elementos para el hogar, la visita a estos espacios se antoja clave, y la economía es un aspecto que se debe tener en cuenta. Estos lugares tienen muy en cuenta campos como el de la psicología, ya que su objetivo es aumentar el consumo de sus potenciales clientes.

Hay muchos detalles que se deben tener en cuenta acerca de este aspecto. Uno de ellos es conocer el motivo por el cual productos como los chicles o las pilas se encuentran justo al final del supermercado, a la altura de las cajas. Los ultramarinos tienen contemplado este campo, y lo han trabajado de forma minuciosa para conseguir que haya un mayor gasto por parte de los consumidores.

La psicología, un elemento básico para los supermercados

De acuerdo a lo que apunta El Periódico de Aragón, la psicología juega un papel fundamental por la que elementos como las pilas o los chicles se sitúan en las cajas y no en otros lugares del supermercado. Hay que ponerse, en primer lugar, en la situación del potencial comprador que está finalizando su transacción. A pesar de que podamos pensar que nuestra compra ha terminado, los establecimientos apuntan al aspecto mental para seguir generando necesidades en nuestra mente.

Este es el caso de las pilas. Bien es cierto que no suelen ser incluidas en las listas de productos a adquirir por parte de la población. Sin embargo, gracias a lo mencionado anteriormente, la vista juega un papel determinante. Cuando nuestro ojo se percata de la presencia de este elemento, rápidamente nos damos cuenta de que nos hacen falta pilas para cualquier concepto electrónico que está en nuestro hogar, y para el que necesitamos energía. Esto, sumado a que normalmente se suelen situar junto a otros productos asequibles económicamente, como es el caso de los chicles o chocolates, incita a que nos llevemos a casa este tipo de elementos.

Los supermercados usan diferentes trucos para estimular el consumo

Los supermercados siempre piensan en cómo estimular y aumentar el consumo de sus clientes. No se limitan a lo que se ha mencionado anteriormente, sino que usan diferentes ‘trucos’ para ayudar a que los clientes pasen más tiempo en su establecimiento, y, por lo tanto, gasten más en productos que, al inicio de su compra, no necesitaban.

De acuerdo con lo que apunta El Periódico de Aragón, algunas de las estrategias más usadas por parte de los ultramarinos y las grandes superficies incluyen:

  • La colocación de frutas y verduras en la parte final del supermercado, con el objetivo de que lo fresco no se estropee y se tenga que recorrer todo el local.
  • La importancia que le dan a los productos propios de ese lugar. La conocida como ‘marca blanca’ cuenta con una gran relevancia, y predomina sobre el resto.
  • Hay secciones más iluminadas que otras. Este es el caso de perfumería y cosmética, donde están encuadrados aquellos productos que cuentan con un precio más alto que el resto.
  • La música, otro punto a tener en cuenta. El supermercado toma decisiones en base a este elemento. Por ejemplo, si quiere que se hagan de una forma más rápida las adquisiciones, aumentan la velocidad de las canciones, y más lenta, si les interesa que se tarde más en el local.

Los pasillos o los colores, otros elementos fundamentales

Como se ha tratado anteriormente, la psicología es un elemento fundamental para los supermercados. Es una prioridad para las grandes superficies conseguir que sus potenciales compradores adquieran más productos, y, por lo tanto, aumenten su consumo. Por ello, y de acuerdo con lo que apunta, Computer Hoy, los colores tienen una importancia especial en la estrategia que usan estos escenarios.

Un caso muy claro es el de la fruta. Por ejemplo, las mandarinas o naranjas, que se suelen vender en mallas de color rojo. ¿Cuál es el motivo? Buscan potenciar el color de este tipo de alimento, ya que ayuda a aparentar que están más maduras de lo que realmente están.

Por otra parte, uno de los puntos más recurridos en las estrategias de los supermercados para conseguir que sus clientes compren más radica en el espacio que tengan sus pasillos. Por lo general, estos escenarios suelen ser estrechos, sin ningún tipo de cartel que indique dónde está cada producto. La meta que se persigue con esto es que los clientes tengan que recorrer todos los espacios de los ultramarinos y grandes superficies para encontrar lo que buscan. Durante ese camino, se puede obtener algo que, en un primer momento, no se tenía pensado comprar.

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