¿Por qué es importante la barrera de los 14.000 euros en la Renta 2022-23?
El mínimo exento de tributación en el IRPF es de 14.000 euros. Así, aquellos contribuyentes con dos pagadores cuyos rendimientos no superen los 14.000€ no tendrán la obligación de realizar la declaración de la Renta
La declaración de la Renta o IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) es un tributo que tienen que pagar los ciudadanos a la Agencia Tributaria, en relación con los ingresos o rentas netas que hayan obtenido durante un año. La campaña comienza el 11 de abril de 2023 y acaba el 30 de junio de 2023, fecha límite para presentar la declaración de la Renta.
El mínimo exento de tributación en el IRPF es de 14.000 euros con carácter general.
No implica una deflactación de la tarifa
De esta manera, cuando se inicie la declaración de la Renta, los contribuyentes que tengan rentas de más de un pagador no estarán obligados a declarar si la suma de todos los rendimientos no supera los 14.000 euros. Este cambio fiscal no implica una deflactación de la tarifa ni una modificación de tramos y tipos impositivos.
Así, la norma exhibe el incremento del salario bruto anual a partir del cual se empieza a pagar el impuesto sobre la renta de las personas físicas en función del número de hijos y otros descendientes de la situación del contribuyente. Por ejemplo, para un contribuyente soltero, viudo, divorciado o separado legalmente, con un hijo, el límite exento son 17.270 euros, que se elevan hasta los 18.617 euros si cuenta con dos o más hijos.
Modificaciones
Por otro lado, para un contribuyente cuyo cónyuge no obtenga rentas superiores a 1.500 euros anuales, excluidas las exentas, el límite de renta para no pagar el IRPF se determina en 16.696 euros, que se elevan a 17.894 euros en el caso de un hijo y a 19.241 euros con dos hijos.
En relación a este cambio, también entrará la ampliación de la reducción por los rendimientos del trabajo en el IRPF a rentas de 18.000 a 21.000 euros. A su vez, también han introducido una modificación para que la nueva proporción entre aportaciones de empresas y trabajadores a los planes de pensiones no afecte a cantidades pendientes de ejercicios anteriores “que no pudieron ser objeto de reducción por insuficiencia de base imponible o por exceder el límite”.
Ventaja para los asalariados que posean las rentas más bajas
A resumidas cuentas, no tendrán la obligación de realizar la declaración de la Renta aquellos contribuyentes cuyos rendimientos brutos con dos pagadores no superen los 14.000 euros, aunque pueden hacerlo si así lo prefieren (en caso de que les salga a devolver).
Esto supondrá una ventaja para los asalariados que posean las rentas más bajas. Más concretamente, esto beneficiará a cerca de tres millones de contribuyentes en España, en un contexto de incertidumbre internacional y nacional.