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¿Por qué algunos nietos de la Reina Isabel II tienen títulos de Príncipe y Princesa y otros no?

Aunque la Familia Real moderna es más flexible, solo los hombres pueden transmitir los títulos reales a sus hijos. Zara y Peter pertenecen a la realeza por parte de madre.

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Zara Tindall y su hermano Peter Philips son los hijos de la princesa Ana, la segunda hija de Isabel II. La princesa Ana, de 72 años, tiene como hermanos al actual rey de Inglaterra, Carlos III, a Andrés de York y a Eduardo de Wessex. Zara Tindall y Peter Philips son los nietos mayores de la reina Isabel II, pero no obtienen el título de príncipe o princesa. ¿Por qué?

Mientras tanto, William ha sido ahora nombrado príncipe de Gales, y Harry es el duque de Sussex. Por otro lado, las hijas del príncipe Andrés (Beatrice y Eugenie) son princesas. Si los nietos de Isabel están recibiendo estos títulos, ¿qué ocurre con Zara y Peter, que fueron sus primeros nietos?

La tradición en la sucesión real establece que solo los hombres de la realeza pueden transmitir los títulos reales. Como la princesa Ana, la segunda hija de Isabel II, es una mujer, no puede otorgarle los títulos de príncipe y princesa a sus hijos Zara y Peter. En cambio, vemos como los hijos de Carlos y los de Andrés ya han transmitido sus cargos reales a sus hijos y nietos de Isabel II. Solo podrás recibir un título real si tu padre se encuentra en la línea directa de sucesión.

Fue decisión de Ana no otorgar títulos a sus hijos

En todo caso, la Familia Real moderna es más flexible y fue la propia princesa Ana la que decidió no otorgar títulos reales a sus hijos. “Creo que la mayoría de la gente diría que tener títulos tiene sus desventajas. Así que creo que probablemente fue lo correcto”, dijo la princesa Ana a Vanity Fair.

Isabel II junto a su hija AnaReuters

En 2015, Zara Tindall aseguró haber tenido “mucha suerte” con la decisión de su madre: “Tengo mucha suerte de que mis padres decidieran no usar el título y crecimos e hicimos todas las cosas que nos dieron la oportunidad de hacer”. Con ella estuvo de acuerdo Dickie Arbiter, el exsecretario de prensa del Palacio de Buckingham: “Fue un golpe maestro de la Princesa Real cuando decidió no darles títulos a sus hijos”.

“Crecer como una plebeya le permitió a Zara prosperar como su propia mujer, y nunca ha habido presión sobre ella para que se conforme. Se ha beneficiado de ello en todo tipo de formas”, señaló Arbiter.

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