Se presenta a formar mesa sin dormir: “Se me ha hecho la noche muy larga”
A pesar de que todas las mesas electorales se han constituido con razonable celeridad, la delegada del gobierno de Castilla y León ha informado de algunos incidentes menores en el proceso
Todos somos nuevos en esto de votar unas elecciones generales en verano. Para algunos, puede haber significado la modificación de algún viaje de vacaciones. Pero hay otros que lo han tenido aún peor. Habitantes de pequeños y medianos pueblos en los que se están celebrando ahora mismo las fiestas patronales. Y, teniendo en cuenta que hoy es domingo -y que, por lo tanto, ayer fue sábado-, era inevitable que alguien se personara con unos vinos de más.
Por ejemplo, en Santa Marta de Tormes (Salamanca). Una presidenta titular de mesa ha acudido al centro de votación con gastroenteritis, pidiendo ser sustituida debido a su delicado estado de salud. Pero había un problema. El suplente apareció con evidentes señales de haber ingerido una cantidad considerable de alcohol. La suficiente como para que se juzgara que no estaba en condición de llevar a cabo las tareas del escrutinio. Finalmente, la mujer enferma ha tenido que permanecer en su puesto.
Parecido ha sido lo de Arenas de San Pedro (Ávila). Uno de los vocales hizo acto de presencia, sí, pero de empalme después de haber estado toda la noche de jolgorio. Al igual que en el otro caso, se determinó que no podía formar parte de la mesa. Para muchos ha sido complicado elegir entre sus obligaciones como ciudadano y sus ganas de marcha. Y, aunque es cierto que las fiestas patronales son solo una vez al año, cabe apuntar que los comicios generales son cada cuatro. “Se me ha hecho la noche muy larga”.
Pintadas y gente dormida
En las localidades muy pequeñas, no obstante, es mucho más difícil escaquearse. Casi todo el mundo sabe quién eres y dónde vives. Como en La Ercina (León). Un vocal titular no llegaba. Así que su propio suplente, previendo que le iban a pasar a él la patata caliente, pidió permiso para ir en persona a la casa del ausente para despertarlo y llevarlo al colegio, ya que, seguramente, se le habían “pegado las sábanas”.
En algunos municipios de la comunidad castellanoleonesa también han aparecido pintadas de calado político en los aledaños de los colegios. Pero, a petición de la Junta Electoral, han sido eliminadas con la máxima celeridad. Sin embargo, en uno de los casos el vándalo ha sido más enrevesado. En vez de dejar su mensaje en una pared, ha hecho las inscripciones sobre la carrocería de un coche. El dueño fue contactado para que lo retirara del lugar.