Rusia, cerca de perder a uno de sus grandes aliados

Armenia ha sido la gran ausente de la última cumbre militar de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), el organismo que aúna a las antiguas potencias de la URSS. Su primer ministro, Nikol Pashinián, ha escenificado de esta manera su distanciamiento con Moscú.

Fue Pashinián quien se puso en contacto con el presidente bielorruso, Aleksandr Lukashenko, para trasladarle la negativa de viajar a la cumbre que tuvo lugar en Minsk. El motivo de fondo, no es otro que el conflicto que el país armenio mantiene con Azerbaiyán y la postura rusa en relación con el mismo. Desde Ereván justificaron como razón el “abandono ante la agresión” azerí, país que no forma parte de la OTSC.

Los dos países mantienen una guerra por el enclave del Nagorno Karabaj que se remonta a décadas atrás. La región, cercana a la frontera entre ambos países y con una población mayoritariamente armenia, ha protagonizado diferentes enfrentamientos entre armenios y azeríes con varios altos al fuego que resultaron infructuosos. Rusia ejerció como mediador entre Ereván y Bakú, con un acuerdo de paz firmado en 2020 por las tres partes que saltó por los aires este año.

En ese acuerdo, Moscú se comprometió a desplegar a lo largo de la línea de contacto en Nagorno-Karabaj y del corredor de Lachin 1.960 soldados armados con armas de fuego, 90 vehículos blindados, 380 vehículos de motor, así como efectivos de las fuerzas de pacificación de la Federación de Rusia. Sin embargo, en esta última ruptura del alto al fuego, Armenia criticó a Rusia por su pasividad ante el ataque azerí.

Pese a esta ausencia, desde la organización confían en la presencia del primer ministro del país caucásico, que tendrá lugar en San Petersburgo, y en la que se espera que Armenia asuma la presidencia de la Unión Económica Eurasiática. “Creo que Pashinián vendrá a recibir el testigo de Putin. Esperemos que Armenia no cambie el vector de su política exterior”.

Estrechamiento de lazos con Estados Unidos y la UE

Armenia apostó por una misión de observación de dos meses de la Unión Europea, así como por el estrechamiento de lazos con Estados Unidos, al invitar al ejército estadounidense a adiestrarse en territorio armenio y negándose al mismo tiempo a albergar ejercicios militares de la OTSC. Dichas decisiones no fueron bien vistas por Moscú, razón por la cual también se ha enfriado la relación con Ereván. De hecho, Lukashenko calificó en la cumbre como un “regalo” para los opositores a la OTSC dichas decisiones.