“No se puede depender del extranjero para la fabricación de materiales de defensa estratégicos”

La primera Estrategia Industrial de Defensa Europea para mejorar la preparación y la seguridad de Europa se presentó el 5 de marzo, con un presupuesto de 1.500 millones de euros y con el objetivo de invertir “más, juntos, mejor y, sobre todo, en Europa. Necesitamos tener los sistemas y equipos de defensa listos cuando se necesiten y en las cantidades necesarias”, dijo Von der Leyen.

Esta estrategia afirma que desde 2024 a 2030, los países de la UE deberían comprar, al menos, el 40% del equipo de defensa trabajando juntos; gastar al menos la mitad de su presupuesto de adquisiciones de defensa en productos fabricados en Europa, y comerciar, al menos, el 35% de los productos de defensa entre países de la UE en lugar de con otros países.

En su discurso de julio, Ursula von der Leyen, se centró precisamente en la inversión en Defensa europea, “Europa no puede controlar a los dictadores y demagogos de todo el mundo, pero puede optar por proteger su propia democracia. Europa no puede determinar las elecciones en todo el mundo, pero puede elegir invertir en la seguridad y la defensa de su propio continente”, dijo a los eurodiputados. Una de sus primeras medidas fue anunciar la creación de un Fondo Europeo de Defensa para invertir en capacidades de defensa de alto nivel, un Escudo Aéreo Europeo y un nuevo comisario de Defensa, Andrius Kubilius fue nombrado en septiembre.

Gasto europeo en Defensa

Desde 1999 al año 2021, el gasto combinado en defensa de Europa aumentó un 20%. El de Rusia lo hizo un 300% y el de China creció hasta un 600%, según declaró von der Leyen. El presupuesto de España en Defensa el Gobierno lo cifra en 17.000 millones de euros de inversión en 2023; el último informe del Instituto Internacional de Investigación Sobre la Paz de Estocolmo (Sipri) afirma que fueron 22.200 millones. Y la OTAN sitúa el gasto militar en España en 18.045 millones en el mismo año.

España, sin presupuestos, pactó con los aliados en 2014 en Gales destinar el 2% del PIB a Defensa en 2024. Un porcentaje que el Gobierno ha retrasado hasta el año 2029 y se traduciría en cerca de 32.000 millones de euros, casi 14.000 millones más de lo que se invierte actualmente.

Con el objetivo de alcanzar el 2% del PIB, el gasto militar debería ascender a finales de este año 2024 a 20.370 millones, que sería el 1,3% del PIB. En verano de 2022, en la Cumbre de la OTAN en Madrid, Sánchez prometió a los aliados que llegaría a ese 2% del PIB en 2029. Incrementos presupuestarios que se destinan sobre todo a armamento, con especial atención a los 32 Programas Especiales de Modernización, como el de los submarinos S-80, los blindados 8x8, el futuro sistema de combate aéreo, las fragatas F-110, o múltiples drones.

Las donaciones a Ucrania, el aumento de misiones en el exterior, las maniobras multinacionales, hacen que las partidas puntuales aumenten, así como las transferencias de otros ministerios, Industria, Exteriores, a Defensa, aumentado así la inversión militar.

Y en esa línea de inversión, Margarita Robles, Ministra de Defensa, lleva más de un año diciendo lo mismo, “la amenaza de guerra es absoluta y la sociedad no es del todo consciente. El peligro está muy cerca, no es una pura hipótesis, es real”, afirmaba a La Vanguardia”. Precisamente la ausencia de presupuestos afecta a uno de los principales problemas de España, “nos encontramos con falta de material y municiones”.

La industria de Defensa en España

Tal y como ha contado a Capital Radio el teniente general César Simón, con más de 40 años de servicio en el Ejército y actualmente asesor militar del presidente de Airbus, “debemos hablar de inversión, no de gasto. Llevamos 30 años de desinversión. En España, más del 50% de la industria española de Defensa se dedica a la exportación. En tecnología espacial, más del 70%”, cuenta.

“Hace falta personal, ingenieros, talento. No tenemos que desarrollar y construir para un ‘calentón’, sino que sea para largo. La construcción europea empieza por España”, señala el experto militar.

España cuenta con una industria de Defensa vertebrada por todo el país, con más de 395 empresas dedicadas a diferentes sectores, 60 de ellas ubicadas en la Comunidad de Madrid, según datos de TEDAE.

Lo ideal sería tener una mínima dependencia exterior y contar con las cadenas de suministro en territorio nacional, tal y como pasó con la pandemia del COVID, que la falta de suministros hizo que la respuesta fuera más lenta.

En Italia, Leonardo se ha unido a la alemana Rheinmetall para construir el futuro carro de combate italiano tras romper con KNDS, tal y como informaron a principios de julio. Son los alemanes los que más activos están en este rearme europeo, ya que Rheinmetall ha anunciado la compra hace unas semanas de una fábrica de munición de 30 mm en Hungría para producir proyectiles para los vehículos de combate de infantería KF41 y Lynx y también para tanques y artillería.

Carros de combate hechos en Móstoles

Hablamos con David Bailly, Presidente y CEO de la empresa Duma, afincada en Móstoles, en Madrid, especializada en carros de combate y tecnología de defensa. Su mensaje es claro, “No se puede depender del extranjero para la fabricación de materiales de defensa estratégicos. Tenemos la tecnología, el talento, el desarrollo, hay que potenciar la marca España, la tecnología europea, optimizar los costes y los tiempos de fabricación de nuestro armamento”.

“En Europa se diseñan buenos productos, sin embargo existe una inadecuación entre las necesidades y las soluciones propuestas por un gran parte de la industria de defensa europea. En una hipótesis de enfrentamiento mayor de alta intensidad, se necesita armamento en grandes cantidades, fácil de fabricar y a bajo costo. El conflicto actual en Europa demostró los límites de la tecnología frente a un oponente capaz de fabricar a larga escala, dominando la cadena de valor de su armamento. En una economía de guerra lo importante es la cantidad, y la capacidad de fabricar, operar y mantener a bajo costo”.

Carros de combate de Madrid al mundo

“En Duma fabrican carros de combate destinados a la exportación, con tecnología moderna, un alto contenido local, de diseño nacional, con talento español, y en un periodo de tiempo muy inferior al de los grandes conglomerados internacionales. Además, la empresa pone mucho énfasis en establecer buenas capacidades de mantenimiento en condición operativa de sus productos, para el usuario final”, nos detalla.

“Hoy en día, el mantenimiento de los equipos en condiciones es uno de los grandes problemas de todos los ejércitos”. (Precisamente con la llegada de los primeros F16 a Ucrania se ha facilitado el dato que se necesitan 250 personas de mantenimiento). Pero no sólo. Como expertos en tecnología, Duma invierte en el desarrollo de vehículos de combate no tripulados y ayudas a las tomas de decisiones en el campo de batalla basadas en inteligencia artificial.

Estos últimos años, la empresa ha puesto en el mercado el ASV-350, un 4x4 de alta movilidad y protección con capacidad anfibia, y el MIFV, un vehículo de combate de infantería de cadena equipado con una torre no tripulada de medio calibre. Actualmente, DUMA se dedica al diseño de carros de combate de nueva generación, tanto de ruedas como de cadenas.

Esta empresa de origen belga pero con años de experiencia en ingeniería especializada en el diseño, desarrollo, fabricación y modernización de vehículos blindados militares tanto de ruedas como de cadenas, está presente en unos 60 países y ha llevado a cabo programas en más de 20.

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