Ni Eurofighter ni Rafale: España lanza su gran apuesta militar aérea de sexta generación con fecha límite 2040
El Futuro Sistema Aéreo de Combate (FCAS) une a España, Francia y Alemania en una apuesta por la soberanía tecnológica europea.
El ministerio de Industria y Turismo de España anunció la concesión de un préstamo de 350 millones de euros a Indra ya a su unión temporal de empresas (UTE) con Airbus para desarrollar el Futuro Sistema Aéreo de Combate (FCAS), que también incluye el Sistema de Armas de Nueva Generación (NGWS). La medida ha sido publicada en el Boletín Oficial de Estado (BOE) y forma parte de un proyecto trinacional junto con Francia y Alemania.
¿Cuál es su objetivo?
El FCAS tiene como objetivo principal desarrollar un sistema aéreo de combate de nueva generación, un “sistema de sistemas” que combina cazas tripulados con una red de drones autónomos y plataformas no tripuladas. En cuanto al NGWS, el Gobierno de España considera que “su desarrollo fortalecerá la soberanía tecnológica nacional y promoverá la interoperabilidad con los aliados de la OTAN”.
Respecto a la inversión, 270 millones de euros serán destinados al contrato tecnológico nacional del sistema de armas de nueva generación, un subprograma para “madurar y estructurar capacidades clave en áreas de interés”.
En una segunda fase, la UTE de Indra y Airbus destinará el presupuesto restante, 80 millones, a una parte nacional centrada en estudios de combate colaborativos, que pretenden “llevar a cabo demostraciones” de sus capacidades y beneficios.
En cuanto al desembolso del préstamo se realizará en dos plazos: una en 2025 donde se entregará un total de 278 millones de euros, en concreto, 214 para el contrato tecnológico nacional del NGWS y 64 para el FCAS nacional, mientras que, en 2026, 2027, 2028 y 2029 se abonarán un total de 18 millones cada año, 14 para el NGWS y 4 para el FCAS.
Discrepancias en las negociaciones
El FCAS pretende sustituir al Rafale francés y al Eurofighter Typhoon europeo. Sin embargo, actualmente, se enfrenta a una de sus mayores crisis desde su creación.
Las discrepancias entre Francia y Alemania cada vez son más evidentes. La distribución industrial ha sido una de las principales diferencias entre ambos. La empresa francesa Dassault Aviation exige mayor poder de decisión, criticando la actual gestión, pues afirma que “puede desencadenar futuros retrasos”.
El diseño de las aeronaves supone otro punto de discusión. Francia propone un avión de 15 toneladas para operar desde portaaviones, mientras que Alemania prefiere uno de 18 enfocado en la superioridad aérea.
La posición de España exige “mantener una estrecha colaboración”, sostenía en agosto Margarita Robles, ministra de Defensa española.
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Se espera que los ministros de Defensa de los tres países se reúnan en octubre, con el fin de reorientar el proyecto y avanzar en esta primera fase de investigación y desarrollo prevista para completarse en 2029.
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