CONFLICTOS INTERNACIONALES

Moldavia se toma en serio las amenazas de Putin: no limitará el despliegue de tropas en su país

El Gobierno de Moldavia ha anunciado la suspensión del Tratado sobre Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (FACE) ante una posible intervención militar rusa.

VLADISLAV CULIOMZAREUTERS

El Gobierno de Moldavia anunció este miércoles la suspensión de la aplicación del Tratado sobre Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (FACE), por el cual se limita el despliegue de tropas extranjeras en su territorio. Una decisión motivada por las amenazas de Vladimir Putin sobre una posible intervención militar rusa en el país ante las supuestas presiones de Chisinau sobre el territorio de Transnistria.

El Ministerio de Defensa moldavo indicó que “teniendo en cuenta el cambio de panorama desde que se firmó el tratado el 19 de noviembre de 1990, Moldavia ha decidido suspender su implementación”. Esto quiere decir que ahora se permitirá el despliegue de más tropas extranjeras en su territorio.

Está previsto que esta ruptura pase a manos del Gabinete para su posterior ratificación por parte de la presidenta, Maia Sandu. Posteriormente, el resto de países serán notificados. Sin embargo, las autoridades no descartan la posibilidad de volverse a sumar al pacto en un futuro.

En vigor 150 días después de la notificación

Hasta ahora son 21 los países que se han suscrito a la suspensión del acuerdo, 16 de ellos son miembros de la OTAN y los otros seis son integrantes del Pacto de Varsovia. Según esta medida se limita el número de carros de combate, vehículos blindados, cazas, helicópteros y artillería pesada de los países signatarios.

El Ministerio de Defensa señaló que la medida entrará en vigor 150 días después de que los Estados en cuestión sean puestos al corriente de la decisión. Aunque ya el pasado mes de noviembre los aliados de la OTAN firmantes del FACE señalaron su intención de suspender la aplicación del acuerdo siguiendo la decisión de Rusia.

¿Por qué el Kremlin no cumplió el tratado?

El texto contemplaba la retirada de las tropas rusas de Georgia y Moldavia, pero Rusia nunca estuvo dispuesta a cumplir con lo acordado. El Kremlin dejó de cumplir los términos de un pacto que realmente nunca acató en el marco de su invasión a Ucrania. Por ello, el pasado mes de noviembre muchos aliados de la OTAN se cansaron de esta actitud y amenazaron con suspender el acuerdo.

En un comunicado, el Consejo Atlántico, órgano de decisión de la OTAN, condenaba la decisión de Moscú y señalaba que es el último ejemplo de las acciones rusas contra la seguridad euroatlántica.

Moscú ha asegurado que la aplicación del tratado era “inaceptable” desde el punto de vista de su seguridad, achacando este paso a “la responsabilidad directa de los países de la OTAN al incitar al conflicto en Ucrania” y la adhesión a la OTAN de Finlandia y la eventual entrada de Suecia.

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