POLÍTICA

Los negocios de Berlusconi: Milán, Mediaset y Monza

El que fuera tres veces jefe de Gobierno italiano ha cosechado unos números altísimos en el mundo empresarial. La construcción, los medios y el fútbol, sus grandes avales de éxito.

Origlia-PizzoliGetty Images

Los negocios fueron a Silvio Berlusconi lo que el lápiz para un escritor: una forma de crear y concebir la vida. Desde muy joven le caracterizó la visión empresarial de su circunstancia, que tenía de forma natural, innata, y que amoldó a diferentes contextos como quien manipula una navaja suiza. Se movió entre la construcción y los medios de comunicación como pez en el agua, internándose en el fútbol con el mismo éxito con el que ocupaba el despacho de cualquier empresa.

Una década tardó en hacerse millonario. Il Cavaliere empezó en la inmobiliaria el mismo año en el que se licenció de Derecho. Era 1961. Creó una pequeña sociedad, a la que siguió una serie de iniciativas cuya ambición crecía a un ritmo desmedido. A veces, incluso, en la penumbra de la legalidad.

Primeros pasos en la construcción

Tal y como relata Íñigo Domínguez en Crónicas de la mafia, el mayor punto de inflexión en ese despegue meteórico tuvo lugar en 1986, cuando compró unos terrenos de 700.000 metros cuadrados en las inmediaciones de Milán. Por lo visto, cuenta el autor que los vecinos se negaban a ceder, pero que una oleada de atentados les hizo cambiar de idea. Sea como fuere, le sirvió para construir una urbanización de lujo que incluía 2.500 apartamentos.

Una mini ciudad había nacido gracias a un dinero cuya procedencia era una incógnita. Lo que también había nacido era un mito. De hecho, fue su labor en este terreno la que le granjeó el sobrenombre de ‘caballero’ al recibir la Orden al Mérito de manos del presidente en aquel momento, Giovanni Leone. En 2014, después de que algunas de sus polémicas naufragasen en lagunas penales y fuera condenado por fraude fiscal, renunció a tal honor.

Éxito en la empresa de los medios

Sin embargo, lo que catapultó su fama fue su papel revolucionario en la comunicación. Irrumpió en un mundo que era muy diferente al actual. A finales de la década de los setenta comenzó a adquirir una serie de grupos editoriales, convirtiendo la ruptura de un monopolio mediático controlado por el Estado en la fuente de su riqueza interminable.

Silvio Berlusconi en la presentación del canal de televisión francés 'La Cinq'. Fue la primera cadena privada gratuita de Francia. Quebró por falta de audiencia.frederic meylanFrederic Meylan

En este campo fue todo un magnate. Fundó y presidió la corporación de telecomunicaciones Mediaset, tan popular en España por acoger las cadenas de televisión de Telecinco y Cuatro, entre otras. Y la historia de dicho grupo se prolonga bajo una espiral de inmortalidad, igual que Silvio en la política.

Fue noticia hace tan solo un mes la fusión oficial de la filial española con la matriz italiana, MFE-Media for Europe, como orden directa de Berlusconi. La consecuencia directa fue la desaparición de Mediaset como sociedad independiente, por lo que dejó de cotizar en la bolsa española. Tras la noticia de su muerte, han sido muchos los que han dirigido la mirada a MFE con sorpresa: la mañana de su fallecimiento estaba cotizando con subidas que rondaban el 10%. Il Cavaliere lo ha vuelto a hacer.

El cielo de Milán y la odisea de Monza

Durante la época que marcó a sello personal como histórico propietario del AC Milán le crecieron los enanos en el estadio. Tanto en forma de escándalos como de títulos. Su andadura en el club rossonero ocupó los mejores años de su fútbol: desde 1986 hasta 2017. Más de tres décadas. Fueron 31 años en los que cosechó 29 títulos. Entre ellos, ocho Scudetti y cinco Champions League.

(FILES) AC Milan's president Silvio Berlusconi celebrates with the trophy after winning the Champions League football match against Liverpool at the Olympic Stadium, in Athens, 23 May 2007. AC Milan won 2-1. Former Italian prime minister Silvio Berlusconi has died at age 86, it was announced on June 12, 2023. (Photo by Olivier MORIN / AFP)OLIVIER MORINAFP

En las postrimerías de aquella era Berlusconi lanzó una de esas amenazas cargadas de ironía e intención. Al puro estilo de Il Cavaliere. Era 2016 y el club pasaba un mal momento que ponía en riesgo el pago de algunos patrocinadores. “No podemos seguir haciendo este papel, esos señores me acaban de comunicar que si seguís jugando así no nos darán nada más. Y no seré yo quien os pague”, apostilló.

En 2018 compró el AC Monza y, hace tan solo unos meses, prometió autobuses llenos de prostitutas a todos los jugadores si ganaban a los grandes equipos de la Serie A. Cualquier otro lo diría en un arrebato inexplicable, pero él no. Porque era Silvio Berlusconi. Así vivió y así se marchó.

Lo más visto

Más noticias