La UCO deja a Ábalos al borde de la imputación por el ‘caso Koldo’

La Guardia Civil estrecha el cerco sobre José Luis Ábalos. La Unidad Central Operativo (UCO), dependiente del instituto armado, ha enviado esta semana un informe a la Audiencia Nacional donde se apunta a la “vinculación directa” que tendría el exministro de Transportes con el empresario Víctor de Aldama, presidente del Zamora CF, quien se introdujo en el ministerio gracias a la mediación de Koldo García, entonces asesor de Ábalos, para conseguir contratos públicos y beneficiarse de la red de contactos que le facilitaban.

Ocho meses después del estallido del caso Koldo, la UCO apunta por primera vez, y con claridad, a Ábalos, y le deja al borde de la imputación. En el informe, de 233 páginas, la unidad de la Guardia Civil relata cómo Aldama maniobró para conocer a Ábalos y Koldo García una vez que el primero fue nombrado ministro en 2018. Para ganarse su confianza, según la UCO, el presidente del Zamora les facilitó el acceso a test de coronavirus en lo peor de la pandemia, le conseguía reservas en restaurante o incluso la trama compró un chalet en la Línea de la Concepción (Cádiz) del que disfrutaba el socialista y pagó cerca de 90.000 euros en concepto del alquiler del piso de su pareja.

Por tanto, la UCO concluye que en esta red corrupta Ábalos habría “adquirido un papel relevante y de responsabilidad” debido a su “relación directa” con Koldo García y Víctor de Aldama, que este jueves entró en prisión por su participación en otro presunto grupo delictivo dedicado al fraude de hidrocarburos.

La condición de aforado de Ábalos

Por eso, la Guardia Civil cree que es el momento de “investigar” al exministro. Sin embargo, el hecho de que aún sea diputado hace que el proceso sea más engorroso. Tras recibir en informe la Audiencia Nacional, el juez instructor del caso, Ismael Moreno, ha enviado un escrito a la presidencia del Congreso para confirmar que Ábalos es parlamentario y por tanto está aforado ante el Tribunal Supremo. Estar aforado implica que tiene que ser un alto tribunal, el Supremo, en este caso, el que dirija una investigación contra él. El siguiente paso será elaborar una exposición en la que se indique que existen razones y argumentos para investigar a Ábalos. Entonces, será el Supremo el que decida si el todavía diputado adquiere la condición de investigado y si dirige las pesquisas contra su persona.

Advertencia de Pedro Sánchez: “No habrá impunidad”

Tras el informe de la UCO, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado este viernes que “no va a haber impunidad” ante “cualquier atisbo de corrupción” que aparezca sobre su Ejecutivo o el PSOE. Sánchez se ha pronunciado de esta forma en Roma, donde compareció tras su encuentro con el Papa Francisco en el Vaticano.

El presidente ha querido trasladar a la ciudadanía española “la absoluta confianza en las instituciones públicas y en el Gobierno de España” y recordó que desde el Ejecutivo “en cuanto ha habido un mínimo atisbo de casos de corrupción se ha actuado con contundencia, con determinación y con convicción”. Asimismo, ha apuntado a la importancia de mantener en este asunto la “absoluta colaboración con la justicia y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”.

También ha destacado la importancia de “ser transparentes por parte de un Gobierno limpio que no tiene nada que ver con esas prácticas”. De esta manera, aseguró que “no va a haber impunidad y que a diferencia de lo que ha ocurrido en épocas pasadas”, con su Gobierno, “si hay algunos casos de corrupción, tendrá que ser la justicia y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado quien lo determine”. Ha subrayado su determinación sobre que “quien la haga, la pague”, después de que la UCO considere que el exministro tenía una “relación directa” con el empresario y presunto comisionista Víctor de Aldama, a quien considera el líder de la “organización criminal” de la trama.

“Tranquilidad” en el PSOE

La dureza del informe no ha cambiado el paso en la dirección del PSOE. Según indica El País, antes de la comparecencia este viernes de Sánchez en el Vaticano, desde La Moncloa transmitían este jueves “absoluta tranquilidad” y “preocupación cero” sobre las consecuencias que puede acarrear en el Gobierno. Hay que recordar que tras estallar el caso Koldo, los socialistas se apresuraron para apartar del partido a quien fue su secretario de Organización (número tres de la formación), quien no dejó el acta de diputado y se integró en el Grupo Mixto del Congreso.

Sin embargo, no hay que olvidar la importancia que tuvo Ábalos en la interna del PSOE. Tuvo la máxima confianza de Sánchez tras ganar las primeras del partido en 2017. De ahí fue nombrado secretario de Organización y tuvo un papel preponderante en la negociación con los distintos grupos parlamentarios en 2018 que derivaron en una moción de censura contra Mariano Rajoy.

Su papel en el núcleo duro le valió para ser nombrado ministro, primero como ministro de Fomento en la primera legislatura de Sánchez (hasta enero de 2020) y después de Transportes, cuando tras ser nombrado presidente del Gobierno a principios de 2020, Sánchez le otorgó la dirección de esta cartera. Allí se mantuvo hasta julio de 2021, cuando el líder de La Moncloa desencadenó una crisis de Gobierno tras la pandemia y renovó su Consejo de Ministros.

Ábalos se mantuvo en la operativa del PSOE, siguió siendo un hombre fuerte del partido y en las elecciones adelantadas del 23 de julio de 2023 fue en las listas del PSOE por la circunscripción de Valencia. Obtuvo su acta de diputado y hasta el estallido del caso Koldo seguía siendo una voz autorizada dentro del partido. Desde entonces, cayó en desgracia. Y ahora, está al borde de la imputación tras el duro informe de la UCO.

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