La reducción de la jornada laboral vuelve al Congreso: 35 horas semanales

La iniciativa del Bloque Nacionalista Galego (BNG) pretende discutir de nuevo el recorte del máximo legal de 40 horas laborables a 35 semanales sin pérdida salarial. Los nacionalistas gallegos, de la mano del diputado Néstor Rego y con el apoyo del sindicato CIG, fuerzan un debate en el Congreso este martes 14 de octubre para discutir esta reducción de la jornada laboral.

La iniciativa surge un mes después de que PP, Voz y Junts sumaran mayoría contra el proyecto del Gobierno para la fijación del umbral en 37,5 horas. Yolanda Díaz, impulsora de la reforma en septiembre, avisó a los partidos que se negaban a la iniciativa sobre la futura modificación de la reforma a ley, a pesar de la fragilidad parlamentaria del Gobierno sobre el tema de la reducción de jornada.

El Boletín Oficial de las Cortes Generales de la XV Legislatura ya recoge la proposición del BNG para modificar el Estatuto de los Trabajadores y fijar, como pretendía Sumar en septiembre, un nuevo tope de jornada ordinaria y reforzar el control de las horas extra y el registro horario.

“La Administración ya opera con 37,5 y, en muchos ámbitos, con 35 horas”, sostiene el BNG, según informa Huffpost. Su iniciativa se basa en la idea de mejorar la conciliación y la productividad de los trabajadores españoles y llaman a las fuerzas a “ser valientes” a la hora de aceptar esta nueva reforma.

Una manera “más justa”

La propuesta de los nacionalistas gallegos plantea un nuevo debate sobre cómo repartir el empleo y reducir el estrés laboral en un momento donde las sanciones relacionadas con el tiempo de trabajo y las horas extras superaron los 17 millones de euros el año pasado. El aumento de las sanciones se debe también a la intensificación de la vigilancia sobre jornadas y horas extraordinarias por parte de la Inspección de Trabajo.

En los últimos meses, el Ministerio ha impulsado cambios para digitalizar y homogeneizar los sistemas de fichaje y mejorar el control sobre el registro de jornada. La reducción a 35 horas semanales es una reforma que pretende distribuir de manera “más justa” la jornada para los trabajadores y mejorar su salud y conciliación.

Hay quienes se oponen a estas medidas y alertan sobre la subida en los costes y competitividad, sobre todo en el caso de los pymes y sectores intensivos en mano de obra. Además, los críticos advierten sobre la necesidad de juntar cualquier recorte a ganancias de eficiencia o a acuerdos sectoriales que atenúen el ajuste.

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