El condicionante para investir a Illa: el regreso de Puigdemont
La cuestión real es que esta vez Puigdemont podría tener un incentivo real de permitir una detención que siempre había rechazado. Eso sí, no quita que sea una jugada con muchos riesgos y pocas garantías.
El posible preacuerdo -en un calendario ideal para Esquerra Republicana y los socialistas- para la investidura de Salvador Illa, la próxima semana, tiene un elemento que es muy importante, pero que ha pasado desapercibido: el regreso del expresident Carles Puigdemont.
Y es que coincide bien sea con la consulta a la militancia de los republicanos sobre el acuerdo con los socialistas o en medio de un debate de investidura en el Parlament. Sin duda alguna, no solo tendrá efectos en la legislatura catalana, sino también en la española.
A tener en cuenta
De hecho, ambas partes se han ‘citado’, antes de rematar el acuerdo, a esperar a ver cómo respira el líder de Junts per Catalunya en un acto que celebrará este sábado en Amélie-les-Bains-Palalda, un pueblo francés próximo a La Jonquera.
Ante este panorama, los negociadores de PSC y ERC continúan discretamente perfeccionando la propuesta que se elevará a las brs, con la financiación como elemento que requiere más trabajo. Siendo optimistas, esperan tenerlo listo el lunes, para que Marta Rovira dé luz verde y comenzar así el proceso de consulta.
Eso sí, la constatación de que cada día son más las voces de Junts que expresan sin tapujos que una vuelta inminente a Cataluña está sobre la mesa y dan alas a que ese movimiento podría ser utilizado tácticamente para hacer volar la investidura, ha encendido todas las alarmas.
La cuestión real
La promesa del regreso de Puigdemont no es nada nuevo, es más, la ha incumplido en múltiples ocasiones anteriores. Ahora bien, cabe destacar que contra el expresident sigue vigente una orden de captura nacional, ante la negativa de amnistiarlo del delito de malversación por parte del Tribunal Supremo.
Es decir, se da por hecho que sería detenido una vez pisara territorio español. En caso de producirse, añadiría tensión en el ala de las brs de ERC más sensible en la cuestión independentista y que verían una traición al movimiento un pacto con los socialistas.
En este escenario, la cuestión real es que esta vez Puigdemont podría tener un incentivo real de permitir una detención que siempre había rechazado. No quita, claro que está, que sea una jugada con muchos riesgos y pocas garantías.
Fuentes de su entorno cercano han confirmado a ‘El País’ que se ha estudiado un recurso de la defensa contra la decisión del Tribunal Supremo de ignorar la ley de amnistía y mantenerlo encarcelado derivaría en otro al Constitucional. Allí, los magistrados tendrían que resolver la cuestión.
Otras preocupaciones
Las filas de ERC, claramente, se preparan para todos los escenarios. “Yo quiero que Puigdemnont vuelva como he vuelto yo, para mí es un objetivo, pero no alimentaremos escenarios tácticos de otros partidos. En ERC trabajamos para el país, no para el president Puigdemont”, aclaró hace varios días Rovira.
Por si esto fuera poco, además de la reacción de las brs, la preocupación es si la cúpula de Esquerra podrá aguantar las presiones del independentismo. En las próximas horas, casi con total seguridad, se conocerán más detalles sobre este caso.
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