El sueldo y la pensión vitalicia que tendrá Aragonès como expresidente de Cataluña

Ante los resultados electorales, el líder de ERC, Pere Aragonès, ha anunciado este lunes que abandonará la primera línea política y que no recogerá el acta de diputado. El que ha sido el presidente número 132 de la Generalitat no optará a revalidar el cargo tras ser constituido el nuevo Parlament. Ahora bien, en calidad de expresidente de Cataluña tiene derecho a una serie de privilegios pero, ¿cuáles son?

Según el Estatuto de los expresidentes de la Generalitat, Aragonès tiene derecho a una asignación económica que corresponde al 80% del salario que recibía como presidente “por un período equivalente a la mitad del tiempo que han permanecido en el cargo y, como mínimo, por una legislatura”, según el Estatuto. En este contexto, Aragonès percibía una retribución de 136.177,50 euros brutos al año, por lo que durante los próximos cuatro años recibirá 9.079,50 euros al mes, es decir, 108.942 euros anuales.

A su vez, por haber sido president de la Generalitat, el hasta ahora líder de ERC también será beneficiario de una pensión vitalicia del 60% de su salario. Podrá ingresar este dinero al cumplir los 65 años y su cuantía corresponde a 6.808,85 euros mensuales, es decir, 81.706 euros al año.

Posibilidad de renunciar al sueldo

Según la Ley 6/2003, de 22 de abril, el expresidente puede renunciar total o parcialmente a estos privilegios expuestos. Además, el Parlamento de Cataluña tiene la capacidad de suprimir estos beneficios con un amplio consenso. Para ello necesita el apoyo de dos tercios de sus miembros, es decir, el voto favorable de 90 de los 135 parlamentarios.

Eso sí, cabe destacar que tanto la pensión mensual de los próximos años como el sueldo vitalicio disponible a los 65 años son incompatibles con la percepción de ingresos de cualquier otro empleo en el sector público o privado. Así como también lo es con formar parte de los consejos de administración de empresas.

Otros privilegios

Además de los sueldos previamente mencionados, Pere Aragonès también tiene derecho a otra serie de beneficios institucionales que permitan mantener su dignidad como expresidente. En esta línea, puede optar a una dotación presupuestaria destinada a cubrir los gastos de una oficina personal, así como el apoyo de tres empleados con rango de personal eventual.

También tiene derecho a un coche oficial con chófer y servicio de seguridad. Con ello se busca facilitar su movilidad siempre teniendo como prioridad su protección ya que, tras abandonar el cargo, no deja de ser una figura pública reconocida y susceptible de posibles ataques.

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