EEUU prioriza la defensa de uno de sus territorios ante la ‘amenaza gemela’ de Rusia y China: “Es un entrenamiento de alto nivel”

El Ártico se ha convertido en un caballo de batalla para las grandes potencias. Recursos naturales y nuevas rutas marítimas comerciales hacen de este océano un punto geoestratégico clave, lo que ha llevado a una mayor militarización y competencia en la región.

Por ello, Estados Unidos es sabedor de su importancia y ha intensificado en los últimos años sus ejercicios militares en el Ártico, consecuencia de una mayor actividad en la zona tanto de Rusia, como de China. Además, Alaska es una prioridad para Washington, al servir como base para enviar tropas en caso de guerra, y para contrarrestar la amenaza militar de sus dos potencias rivales.

En palabras del general de brigada de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, Rick Goodman, los ejercicios Northern Edge, las maniobras conjuntas realizadas por el Comando Indo-Pacífico de los Estados Unidos y en las que suele participar Canadá, representan un “entrenamiento de alto nivel” que se realiza “sobre Alaska, desde Alaska”.

Tienen lugar cada dos años y en ellos se despliegan aviones militares y buques. En el último de ellos, que tuvo lugar el pasado septiembre, participaron más de 6.500 militares, unas 125 aeronaves, y siete buques de guerra estadounidenses y canadienses. La utilidad práctica de estas maniobras no era otra que enfatizar a Alaska como posición defensiva y como centro de proyección de poder.

A su vez, el ejército estadounidense confirmó la función que cumple Alaska para la seguridad nacional, y su importancia como plataforma para la proyección de fuerzas en el Indopacífico, según explicó el Departamento de Defensa de los Estados Unidos en un comunicado.

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