China intercepta el avión de uno de los grandes aliados de la OTAN en una misión en mitad del Pacífico: “Puede añadir algo de estrés”

Un avión militar canadiense que participaba en una misión de vigilancia internacional fue interceptado por cazas chinos mientras sobrevolaba el mar de China Oriental. Este incidente, se produjo durante una operación de inteligencia destinada a detectar barcos norcoreanos implicados en actividades ilícitas que violan las sanciones impuestas por la ONU.

El vuelo, llevado a cabo por un CP-140 Aurora de la Real Fuerza Aérea Canadiense, forma parte de la Operación NEON, la contribución de Canadá a un esfuerzo multinacional que busca hacer cumplir las sanciones de la Naciones Unidas contra Corea del Norte. La misión se desarrolla desde la base aérea de Kadena, en Japón, un punto estratégico clave para las fuerzas aliadas en el Pacífico.

Según informaron desde CBS News, los pilotos canadienses se encontraban en el espacio aéreo internacional cuando los cazas chinos se aceraron a gran velocidad para exigir explicaciones por su presencia en la zona, a lo que el capitán canadiense contestó: “Soy una aeronave canadiense que opera en espacio aéreo internacional, cumpliendo con los deberes de todas las naciones”.

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Momentos de tensión con cazas de China

El intercambio de palabras no acabó en maniobras peligrosas por parte de ninguna de las aeronaves, pero el caza chino voló a menos de 200 pies (unos 60 metros) del avión canadiense. “Mientras las interacciones se mantengan profesionales y seguras, la misión continúa sin interrupciones”, declaró el general Jeff David, el hombre al mando de la operación.

Horas más tarde, otro caza de origen chino, esta vez armado con misiles, volvió a interceptar la nave canadiense. Los tripulantes documentaron la maniobra mientras continuaban su labor de vigilancia. “Puede añadir algo de estrés”, comentó el piloto refiriéndose a este tipo de encuentros tensos.

Durante muchos años, China se ha postulado como el principal sostén económico de Corea del Norte y se muestra cada vez más hostil a las operaciones internacionales que supervisan el cumplimiento de las sanciones. Y a pesar de que la ONU continúa imponiéndolas, en Pyongyang mantienen sus programas de misiles y armas nucleares totalmente activos. La preocupación continúa.

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