Los últimos momentos de la Flotilla antes de ser detenidos: “Israel nos va a hacer bajar del barco”

La Global Flotilla Sumud, un conjunto de casi 50 embarcaciones que transporta a unas 500 personas y ayuda humanitaria para Gaza, ha sido detenido este miércoles por Israel tras entrar en la zona de exclusión, un área que el país hebreo mantiene sobre las aguas de la Franja. Según El País, los integrantes de la flotilla ya habían detectado un “incremento de la actividad de drones” y los primeros actos de intimidación del Estado judío, pero en torno a las 19:00 horas, una veintena de buques israelíes han cortado el paso a la Flotilla.

El periodista del medio mencionado, Carlos de Barrón, lleva a bordo de la Flotilla desde que esta zarpó de Barcelona, aunque tuvo que pausar su presencia y la cobertura durante unos días. De nuevo como integrante de las embarcaciones, que esta tarde se encontraba a unos 160 kilómetros de la costa gazatí antes de ser detenidas, habló con Diario AS sobre la situación del equipo y cómo afrontan la proximidad a la Franja.

Sin embargo, y como estaba previsto, Israel ha cortado el paso de la Flotilla, cuyos integrantes han lanzado sus teléfonos al mar para evitar que los militares se los requisasen, y exponer así la información de la misión. “Estaremos incomunicados hasta ser deportados”, aseguró en sus redes sociales el periodista antes de toparse con la Marina israelí.

Los momentos antes de ser detenidos

“La navegación hasta aguas próximas a Gaza ha sido de mucha tensión, especialmente durante esta noche, cuando recibimos informaciones de la posible intercepción de Israel. Se han activado los protocolos a las 3 de la mañana, han fallado las comunicaciones y ha habido contacto visual con un barco militar de Israel, que ha rodeado al barco ‘Alma’, el que lidera la misión. Ha sido una maniobra peligrosa, pues se han colocado frente a la proa del barco, y el capitán ha tenido que hacer un giro drástico para evitar el choque”, explica de Barrón a este medio sobre el encontronazo del día anterior.

“Dos horas más tarde ha ocurrido lo mismo con el barco ‘Sirius’, el segundo más importante de la misión, donde va Ada Colau, eurodiputados y varios diputados argentinos. En esa ocasión, el barco israelí les rodeó durante 15 minutos”, señala el periodista. “Ahora nos encontramos a menos de 100 millas (unos 160 kilómetros) de la costa de Gaza. Si no hubiera intercepción, llegaríamos a tierra en torno a las 10 u 11 de la mañana”.

Esa posible intercepción puede producirse en las próximas horas. En ese caso, la intención de la flotilla es “demostrar que es una acción no violenta” y asegura que va a “obedecer” las órdenes militares de Israel, para convencer al país del “carácter humanitario” de la misión. “Las últimas informaciones apuntan a que nos van a hacer bajar del barco para ir a un buque militar y transportarnos a todos, que somos casi 500 personas de 44 países diferentes: hay periodistas, médicos, enfermeros, políticos…”, informa de Barrón, que asegura que, de momento, no ha habido ningún tipo de comunicación con Israel. De Barrón ha asegurado que, en caso de intercepción, los miembros de la Flotilla estarán “incomunicados hasta ser deportados”.

“Se respira una calma tensa”

Las autoridades de Israel desplegarán 600 policías y ocho ambulancias en el puerto de Ashdod, a unos 30 kilómetros de Gaza, donde un buque israelí pretende llevar a los integrantes de la flotilla. “Ahora, a la luz del día, se respira una calma tensa. Pero en cuanto caiga la noche, todos los ojos se abren más y los oídos se afinan, es una situación complicada de llevar, pero hay muchos protocolos y los hemos ensayado muchas veces, estamos con confianza”, explica el periodista.

En caso de asalto, el país planea llevar a los integrantes a la prisión de Ketziot, en el desierto del Néguev, para deportarlos a sus países. El Ministerio del Interior de Israel se encargará de las personas que rechacen la deportación, y según medios nacionales, se creará un tribunal especial en la propia prisión para juzgarlos.

Israel pide a la flotilla que no siga avanzando y que deposite el cargamento humanitario en cualquier puerto del mar Mediterráneo, y asegura que serán las autoridades quien introduzcan esa ayuda en la Franja, donde la ONU ha declarado hambruna. Además, el país judío considera que la flotilla es iniciativa del grupo terrorista Hamás, sin aportar pruebas que lo demuestren.

Desde su salida del puerto de Barcelona, la flotilla ha sufrido todo tipo de complicaciones: barcos que se han quedado en el camino por fallo de motor, paradas técnicas para reagrupar a la flotilla por tormentas, ataques de drones en Túnez contra los dos buques principales de la misión… “Desde la organización achacan todos estos ataques a Israel y los consideran medidas de intimidación. Pero mantienen su misión de llegar a Gaza y romper el bloqueo israelí”, zanja de Barrón.

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