Andrea López, soldado: “El ejército me enseñó lo que es la disciplina, pero el boxeo me la forjó”

La soldado Andrea López Nervión (Murcia, 2002) formó parte del primer despliegue del Ejército del Aire y del Espacio en Islandia en la misión Stinga de la OTAN. Hablamos con ella mientras prepara el petate para una larga misión internacional. Su trabajo diario está en el Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo, pero su otra pasión, está en el ring, en Élite Femenino, donde compite en la categoría Peso Pluma.

Entre el cuartel y el ring

“Mis días empiezan con disciplina: deporte a primera hora tras formar con la unidad. Unas veces toca carrera, otras fuerza para trabajar todo el cuerpo. Después, lo que marque la jornada: saltos, tiro, instrucción, preparación de maniobras… Cada día es un reto. Por la tarde llega mi momento de paz: el gimnasio. Allí me transformo. Caliento corriendo, trabajo el saco, perfecciono técnica y cierro con abdominales o circuitos de fuerza - resistencia. Es mi terapia, mi espacio para darlo todo“. Y lo hace en el gimnasio Batalladores Miguelon Team, donde la apodan Berserker por su forma de pelear (dice la leyenda que era un guerrero vikingo que luchaba de una manera especial).

La mentalidad que marca la diferencia

“El ejército me enseñó a trabajar bajo presión física y mental. Cuando el cuerpo dice ‘no puedo más’, la mente responde ‘sí puedes’. Esa mentalidad la llevo al ring: siempre se puede un poco más”.

Dos mundos, una misma pasión

López Nervión reconoce que el mayor reto ha sido compaginar la fatiga de una semana intensa en la unidad con el Campeonato de Aragón: “Llegué agotada, pero gané. Esa victoria supo a gloria porque demostré que la constancia vence al cansancio”. Ha tenido que renunciar a veladas por maniobras, pero nunca ha renunciado a su sueño: “Cada decisión me ha hecho más fuerte.”

Rompiendo estereotipos

“Como mujer no he encontrado obstáculos. Lo que se exige a los hombres, se me exige a mí. Así debe ser siempre. Aquí no importa el género, importa dar lo mejor. El ejército me enseñó lo que es la disciplina, pero el boxeo me la forjó”.

Motivación en estado puro

“Soy exigente y competitiva. Cuando la presión aprieta, golpeo más fuerte el saco porque el boxeo es mi terapia. Me ha ayudado en mis peores momentos. Aunque estoy lejos de mi familia en Murcia, ambos mundos me han dado un hogar.”

Mirando al futuro

“En cinco años me veo vistiendo el uniforme igual que ahora porque es mi estilo de vida. Y en el boxeo, luchando y mejorando cada día más. Mis límites solo me los pongo yo.”

Andrea López Nervión es la prueba de que la disciplina no entiende de excusas. Soldado y boxeadora, vive entre la exigencia del cuartel y la intensidad del ring, demostrando que la fuerza más poderosa no está en los músculos, sino en la mente.

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