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Alerta en China tras el paso de la Marina estadounidense por Taiwán

La Marina de los Estados Unidos calificó la travesía del buque destructor USS Milius como “tránsito rutinario”. Este barco ya navegó por el Mar de China Meridional la semana pasada.

U.S. Navyvia REUTERS

Taiwán vuelve a ser la razón del último roce protagonizado por China y Estados Unidos. En concreto, se produjo a raíz de la incursión del buque destructor USS Milius de la Marina norteamericana por las aguas territoriales del Estrecho de Formosa.

A través de un comunicado oficial, del que se hizo eco ‘Europa Press’, la Séptima Flota de Estados Unidos defendió que la maniobra se realizó en las aguas “en las que se aplican las libertades de navegación y sobrevuelo en alta mar de acuerdo con el Derecho Internacional”. Asimismo, calificaron dicha travesía como “tránsito rutinario”. Una maniobra similar a la realizada la semana pasada en las islas Spratly, ubicadas en el Mar de China Meridional y que Pekín disputa su soberanía con otros países.

Por su parte, Pekín ya elevó el nivel de alerta desde la incursión del buque estadounidense en aguas territoriales chinas y que, según la visión ofrecida por el Gobierno, supuso un “ingreso ilegal”. El coronel Shi Yi, portavoz de la Marina del gigante asiático, informó de las operaciones de vigilancia y control que sus militares realizan en estas aguas con el objetivo de “defender la soberanía y la seguridad nacionales, así como la paz y la estabilidad de la región”.

Con respecto al USS Milius, se trata de un buque destructor de la clase Arleigh Burke de la Armada de Estados Unidos, puesto en gradas en 1994, botado en 1995 y asignado en 1996. En 2003 participó en la guerra de Irak, ya que fue parte de la operación iraquí Freedom y disparó misiles Tomahawk junto a otros destructores y cruceros. Su nomenclatura se asignó en honor al capitán Paul L. Milius, aviador naval desaparecido en 1968 durante la guerra de Vietnam.

Escalada de tensiones progresiva

Un episodio que se produce en plena escalada de tensiones entre Pekín y Washington con motivo del reclamo chino de la soberanía de Taiwán. De hecho, en las últimas semanas, China intensificó las maniobras militares con el fin de rodear la isla mediante el despliegue de cohetes, misiles convencionales, navíos y aviones. Shi Yi explicó que esas acciones suponían una acción “necesaria para proteger la soberanía nacional y la integridad territorial del país”.

Sin embargo, el origen del deterioro de las relaciones bilaterales tuvo lugar con la visita de la expresidenta de la Cámara de Representantes y predecesora de McCarthy, Nancy Pelosi, que enfadó a Pekín y provocó la respuesta con graves maniobras militares alrededor de la isla a un viaje que tildó como “farsa” y “traición deplorable”. Para Pekín la independencia de Taiwán y la paz y estabilidad en la región son “incompatibles”.

Importancia de Taiwán para Pekín

Situada a unos 120 kilómetros de la costa suroriental de China, la ubicación geopolítica de este territorio es trascendental para Pekín. Su salida al mar está limitada por un conjunto de islas que afectaría a la entrada y salida de barcos. En caso de que la isla vuelva a estar en manos de China supondría para el gobierno de Xi Jinping la obtención de una mejor salida hacia el Océano Pacífico.

A este aspecto, se le suma la vital importancia del sistema financiero de la isla, cuya actividad principal es la fabricación de chips, claves para la fabricación de los dispositivos electrónicos. La mitad de los semiconductores producidos y exportados a nivel mundial, se fabrican en este territorio. Otro motivo por el cual China reclama que esta isla vuelva a estar bajo su territorio.

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