CONFLICTO UCRANIA - RUSIA

Advertencia del oligarca Khodorkovsky: “El cambio de régimen en Rusia está más cerca”

El opositor de Putin valoró que los contrincantes del régimen tendrían que haber aprovechado el levantamiento de Wagner para tratar de acabar con el gobierno actual

Mijaíl Khodorkovsky fue, hace no tanto tiempo, uno de los hombres más ricos de Rusia. Magnate del petróleo y miembro prominente de la oligarquía económica que aún controla el país. No obstante, hubo algo que precipitó su caída en desgracia. La ambición política. Siempre fue explícito en sus intenciones de hacer frente al férreo liderazgo de Putin. Incluso llegó a fundar un partido, Rusia Abierta, que fue ilegalizado y catalogado de “indeseable” por los tribunales.

Pero la estocada final -y la más honda- fue su encarcelamiento. Acusado de fraude fiscal, pasó toda una década de prisión en prisión. Algunos observadores internacionales elevaron quejas por lo que juzgaron un proceso de motivaciones fundamentalmente políticas. El propio Putin acabó concediéndole un indulto en 2013. Desde entonces, vive exiliado para evitar un nuevo capítulo de persecuciones legales.

Esta pendencia personal con el actual gobierno de su país ha acabado convirtiéndolo en el más beligerante miembro de la reacción contra Putin. Y no es una elección casual de palabras. Beligerante porque cree en una salida bélica para Rusia. Apoyó explícitamente la rebelión de Prigozhin, y llamó al resto de grupos opositores a hacer lo mismo. No obstante, también puntualizó que no sentía ninguna simpatía por el jefe de Wagner, y que simplemente había que “usarlo como herramienta” contra el Kremlin.

Aprovechar las oportunidades

Y ha ido más allá. En una entrevista con la ABC, Khodorkovsky aseveró que los contrincantes del presidente ruso debían acabar con el “tabú de las armas de fuego”. Es decir, dejó la puerta abierta a deponer al ejecutivo a través de métodos violentos. Opina que sus compañeros de militancia deben estar alerta ante cualquier oportunidad futura de movilización. Sobre todo, por miedo a que, en caso de caída de Putin, recojan el testigo del poder otras fuerzas totalitarias.

A pesar de que el levantamiento de Prigozhin no duró ni un día entero, Khodorkovsky ve atisbos de esperanza en la forma en la que se desenvolvieron los acontecimientos. Es cierto que el cabeza de los wagneritas se vio obligado a capitular debido a la falta de músculo militar y de apoyos externos. Sin embargo, el exoligarca razonó que la rapidez con la que avanzaron las columnas de los mercenarios en territorio ruso probó con creces la latente debilidad del Estado y la incapacidad del status quo de defenderse ante levantamientos multitudinarios. Culminó su discurso anti-Putin asegurando que “el cambio de régimen en Rusia está más cerca”.

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