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Polémica en la Bonoloto: dos sorteos coinciden en 7 de 8 números

Miles de personas se han quejado en las redes sociales ante lo que consideran un indicio de amaño. Sin embargo, aunque muy remoto, es matemáticamente posible.

Es cierto que, en ocasiones, las redes sociales son demasiado suspicaces y proclives a dar rienda suelta a las teorías conspirativas más locas y descabelladas. No obstante, lo que ha pasado en los últimos sorteos de la bonoloto realmente es tan impresionante que puede llevar a muchos a elucubrar con cierta razón. Aunque matemáticamente no es, técnicamente, imposible, la posibilidad es tan ínfima como un grano de arena comparado con el sol.

En la bonoloto se eligen seis números, que conformas la combinación ganadora, más un complementario y un reintegro. Es decir, la secuencia cuenta con total de seis dígitos. Esto hace que sea extremadamente difícil alzarse con el premio, que a cambio es enormemente abultado. Se necesita algo más que suerte para ganar. Se necesita casi un milagro. Y un milagro parece, en efecto, lo que ha sucedido.

El jueves, 9 de marzo, la ristra numérica agraciada fue 8, 21, 23, 40, 43 y 47, 26 de complementario y 7 de reintegro. No hubo acertantes y el premio quedó desierto. Dos días después, el sábado, 11 de marzo, la combinación ganadora es 8, 21, 23, 28, 40 y 47, complementario el 26 y reintegro, otra vez, el 7. En esta ocasión sí hubo vencedor. Un señor de Valencia se hizo con, ni más ni menos, 2.592.535 euros. Una cifra que, como mínimo, te saca de un apuro.

Casi inverosímil

Esto ha causado una gran ola de indignación de Twitter. En las últimas horas, se han sucedido decenas de mensajes de indignación exigiendo explicaciones a los organizadores del sorteo, a la sazón, Loterías y Apuestas del Estado. Los más benevolentes ven en este acontecimiento la posibilidad de un inocente error humano. Sin embargo, los más beligerantes han comenzado a especular abiertamente con un supuesto amaño en el proceso de elección de los dígitos.

Es de justicia puntualizar que los sorteos de Loterías y Apuestas del Estado, al ser este un ente público, están sujetos a los más estrictos protocolos de vigilancia y arbitraje, siendo todo el proceso de elección de vencedores absolutamente transparente y tutelado por un auditor independiente e imparcial. A pesar de que (casi) nada es imposible, parece también improbable la opción de una adulteración deliberada, pues son muchos los filtros que los confabuladores tendrían que sortear.

Pero estos dos resultados, virtualmente idénticos, no dejan de ser una eventualidad increíble y casi hasta inverosímil. Y es bien sabido que hace falta poco para prender la mecha de la sospecha y la indignación en redes sociales. De momento no hay constancia de que las autoridades hayan iniciado investigación alguna. No obstante, si algo ha enseñado esta historia, es que a estas alturas casi nada se puede descartar del todo.

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