Paridad Euro-Dólar: a quién beneficia, cuánto cuesta y cómo afecta al cambio de divisas
La moneda europea y la estadounidense ya valen lo mismo, tras dos décadas de predominio de la primera. El cambio de ciclo augura una nueva época en el mercado de las divisas.
El tipo de cambio del euro y el dólar ha alcanzado en el día de hoy la paridad por primera vez en veinte años, desde el 15 de julio del 2002, última fecha en la cual la cotización de la moneda común europea superó a la del billete estadounidense, según datos de mercado. La moneda única ha acentuado su declive ante el dólar en los últimos meses, en cuanto la política monetaria de la Reserva Federal se ha vuelto más agresiva para combatir.
Y es que la moneda europea y la estadounidense ya valen lo mismo, tras dos décadas de predominio de la primera. Este cambio de ciclo augura una nueva época en el mercado de las divisas, reflejo del adelanto de la Reserva Federal (Fed) sobre el Banco Central Europeo (BCE) en el giro inevitable de la política monetaria.
Los diversos ritmos de subida de tipos por parte de los bancos centrales, la guerra en Ucrania, que por la dependencia energética está afectando más a Europa que a Estados Unidos, y el temor a una recisión, que suele impulsar valores refugio como el dólar, están acelerando lo que hasta hace no tanto parecía inconcebible.
Al comenzar el año 2021, un euro equivalía a 1,13 dólares, pero entonces llegó la guerra de Ucrania el pasado mes de febrero, lo que ha provocado la reacción de los bancos centrales. La de la Fed, mucho más contundente y rápida, mucho más contundente y rápida, ya ha situado los tipos en el 1,75% y Jerome Powell, su presidente, ya ha dejado claro que se avecinan nuevas subidas importantes.
La importancia de los bancos centrales
En relación a si seguirá cayendo el euro, la respuesta está en los movimientos de los bancos centrales. La Reserva Federal estadounidense está siendo más agresiva que el BCE en la subida de tipos, y poner el dinero más caro empuja a los inversores a concentrar más recursos en esa divisa, lo cual la revaloriza frente al resto de monedas.
El próximo 21 de julio se reunirá el consejo de gobierno de la entidad para subir por primera vez los tipos en once año, hasta el 0,25%, previsiblemente. Además, se espera que el banco central anuncie su programa de antifragmentación del euro para ayudar a los países más débiles. El desacoplamiento entre las políticas monetarias de uno y otro -Estados Unidos y la eurozona- es el principal factor que explica la deriva del tipo de cambio.
“La situación de inflación es un fenómeno global; pero, tanto por su intensidad como por sus causas, presenta diferencias entre las distintas regiones y, en concreto, entre Estados Unidos y Europa. Por este motivo, la Reserva Federal ha iniciado la normalización de su política monetaria antes que el Banco Central Europeo y de forma más decidida”, ha explicado Francisco Uría, responsable global de Banca de KPMG.
El cambio más favorable a la divisa estadounidense
La sensación entre los operadores de divisas es que es difícil ver un desencadenante de un giro de la moneda comunitaria “a corto plazo, aunque se espera una toma de beneficios a medida que el par se acerque o esté por debajo de la paridad”, avisa Stephen Innes, experto de SPI Assent Management. Sin embargo, “el posicionamiento en corto no parece extremo todavía, y el sentimiento es tal que la gente está buscando oportunidades de venta en lugar de creer en un rebote sostenido”.
El cambio más favorable a la divisa estadounidense se dio a mediados del 2001, cuando un euro solo daba derecho a obtener 0,85 dólares. Tan solo era unos meses antes de que la moneda única empezara a circular en la economía real, algo que ocurrió en enero del 2002.
A raíz de ese momento y coincidiendo con la fuerte expansión de la década, el euro fue poco a poco ganando altura. Antes del pinchazo de la burbuja crediticia e inmobiliaria, el euro tocó el cielo y se llegó a cambiar por casi 1,6 dólares. Luego, la crisis fue equilibrando el tipo de cambio hasta que el evidente recalentamiento de la economía estadounidense empezó a hacer mella. Hace un año, un euro se cambiaba por 1,2 dólares. El resto es historia.