Niño Becerra explica qué quiso decir en su pronóstico sobre el “último verano”

“Gran parte de la población no quiere pensar en lo que ocurrirá en tres meses, estamos ante el último verano, como la película”. Son unas declaraciones muy pesimistas del economista Santiago Niño Becerra. El fuerte aumento de la inflación y la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de dejar de comprar deuda llaman a un futuro cercano poco halagüeño.

Las palabras del experto, conocido por anticipar la crisis de 2008 dos años antes de que se produjera, pronto empezaron a correr como la pólvora. Según Becerra, la situación económica del país se volverá más complicada tras una época en la que las familias destinan sus ahorros a “llenar bares, restaurantes y carreteras”. Ahora, en una entrevista con Cadena SER, explica a que se refería con “el último verano”.

Y, de nuevo, se reafirma en sus declaraciones sobre la dura situación que está por llegar en los próximos meses. “A pesar de lo que dije, creo que la gente quiere vivir el momento porque saben que esto, de alguna forma, es un final, y lo que viene después será muy complicado. Lo saben, pero no lo quieren admitir”. Entre las razones señala al hartazgo por la pandemia y la crisis. “El virus, los cuatro euros que se han podido ahorrar... ha sido horrible”.

Como ejemplo ha puesto una situación vivida en las últimas horas, en un viaje desde el aeropuerto de Barcelona. “He cogido un avión esta mañana y el aeropuerto estaba a petar, y la mayoría eran españoles, no turistas”.

Sectores más afectados

Sobre los sectores económicos que se verán más perjudicados con la llegada del otoño, Niño Becerra explica que serán los productivos industriales. “Están muy preocupados por la inflación de costes que están teniendo y los suministros que no saben si van a llegar”. Por contra, asegura que el sector servicios no lo notará tanto, debido a su carácter estacional en España. “Se sabe que a partir de septiembre hay un declive. Cada año de una manera diferente”.