Multan al primer ministro británico por no llevar cinturón de seguridad

La policía del condado de Lancashire ha emitido una sanción condicional de 100 libras (unos 115 euros) y retirada de puntos “a un ciudadano de 42 años procedente de Londres”. Hasta aquí no hay nada de noticia en este artículo, si no fuera porque el individuo multado es el primer ministro británico, Rishi Sunak, cuyo equipo de comunicación tuvo la torpeza de subir un vídeo de él sin cinturón de seguridad en el interior de un coche.

Sunak se encontraba esta semana visitando tres localidades del norte de Inglaterra para promocionar un plan regional de nivelación económica. Durante uno de los trayectos, grabaron un vídeo para Instagram en el que el primer ministro contaba sus planes desde la parte trasera del coche y sin llevar puesta la medida de seguridad.

“¡Hola! Una de mis promesas de año nuevo fue hacer crecer la economía, y hoy anunciamos la segunda ronda de asignaciones de nuestro fondo Leveling Up, es decir, inversiones en zonas locales con el objetivo de crear trabajos y ayudar a cumplir esa promesa de impulsar el crecimiento”, explicaba Sunak en el vídeo (ya eliminado) en el que aparece girado ante la cámara y sin cinturón de seguridad.

Cuando los usuarios de las redes se percataron de la infracción, Downing Street borró el vídeo y Sunak pidió disculpas por haber cometido un “breve error de juicio”. La policía no tuvo más remedio que multar al primer ministro de Reino Unido. La multa representa una distracción adicional para Sunak, cuyo Partido Conservador va muy por detrás del opositor Partido Laborista en las encuestas de opinión del país de cara a las próximas elecciones de enero de 2025.

Otros escándalos de Sunak

No es la primera vez que Sunak recibe una multa como miembro del Gobierno británico. Ya fue sancionado cuando descubrieran que él también se saltó las restricciones COVID-19, junto con el entonces primer ministro Boris Johnson. De todo ello se jacta la oposición británica: “No sabe ponerse un cinturón, no sabe manejar una tarjeta de pago, no funciona el servicio de ferrocarriles, ni la economía, ni el país”.

Sunak protagonizó otra torpeza hace menos de un mes, las pasadas navidades, cuando le preguntó a un sin techo “si trabajaba en los negocios”. El hombre le respondió de forma contundente: “No, no tengo casa. Realmente soy una persona sin hogar”. La conversación tuvo lugar en un refugio para personas sin hogar, al que Sunak acudió para servir el desayuno.

Pero lo más curioso se da en la crítica británica. La oposición, más allá de mostrar su descontento con los actos de Sunak, pide “cuanto antes un escándalo político en condiciones”. “Todo esto es la trágica prueba del declive del Reino Unido”, ha escrito Brendan O’Neill en The Spectator (“la revista que mejor resume el alma del conservadurismo clásico británico”, según El País).

“Solíamos ser los maestros mundiales cuando se trataba de generar industria, música pop o escándalos (...). Donde antes fuimos capaces de producir a John Profumo y la gloriosa Christine Keeler, ahora fabricamos titulares con el primer ministro sentado en la parte atrás de su coche. ¡Ponte las pilas ya, Gran Bretaña! Necesitamos cuanto antes un escándalo político en condiciones”.