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Muere el escritor Nicholas Evans de repente

El autor del exitoso ‘best-seller’ adaptado al cine “El hombre que susurraba a los caballos” murió el pasado 9 de agosto, pero su fallecimiento no ha sido comunicada hasta este lunes por sus agentes.

EFE

El escritor británico Nicholas Evans, autor del ‘best-seller’ “El hombre que susurraba a los caballos” murió el pasado martes 9 de agosto de forma repentina por un ataque cardíaco. El escritor tenía 72 años y su muerte se ha comunicado por primera vez este lunes 15 a través de sus agentes. “United Agents tiene la gran tristeza de anunciar la repentina muerte del celebrado autor Nicholas Evans, fallecido el martes de una crisis cardiaca”, señala el comunicado recogido por AFP.

Evans nació en el centro de Inglaterra en 1950 y estudió derecho en Oxford, para luego trabajar como periodista, primero en la prensa local y luego en televisión. Se le conoce por su primera novela, que tuvo un gran éxito: “El hombre que susurraba a los caballos”, publicada en 1995, una novela cuenta la historia de una joven gravemente herida en un accidente con un caballo, en el que su mejor amiga muere y su animal queda mutilado. Vendió 15 millones de ejemplares en todo el mundo.

Evans comenzó su andadura profesional con las letras en la pasada década de 1970 como periodista en el diario Evening Chronicle en la localidad de Newcastle-upon-Tyne, desde donde dio después el salto a la televisión. En ese medio se especializó en política estadounidense y asuntos exteriores en general, lo que le llevó a cubrir la guerra en Líbano justo antes de debutar en la ficción con “El hombre que susurraba a los caballos”.

Su experiencia en Beirut y en política internacional también le sirvió para escribir su última obra, “El hombre que quería ser valiente”, en la que abordaba los secretos de familia y los “efectos de la guerra y el coste humano”, según explicó el propio Evans en una entrevista con la agencia EFE en 2011.

Estuvo al borde de la muerte por comer setas venenosas

Evans tardó varios años terminar este libro ya que en 2008 resultó intoxicado por la ingesta de unas setas venenosas que había recogido con su mujer, la cantautora Charlotte Gordon Cumming, y su cuñado, Alastair, en la residencia campestre de éste en Escocia.

El autor explicó que habían comido los hongos por la noche pero empezaron a sentirse mal a la mañana siguiente y se dieron cuenta inmediatamente que habían comido setas venenosas. Evans y su mujer estuvieron a punto de morir, pero el escritor recibió en 2011 un trasplante de riñón. Con su muerte, Evans deja atrás a Charlotte y cuatro hijos: Finlay, Lauren, Max y Harry.

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