Medida drástica de Putin con el petróleo

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha firmado este martes un decreto que prohíbe exportar petróleo a aquellos países que apliquen un tope al precio del crudo ruso. Este veto comenzará el 1 de febrero de 2023 y durará, como mínimo, cinco meses, hasta el 1 de julio. La medida responde al tope de 60 dólares por barril impuesto al crudo ruso por la Unión Europea, el G7 y Australia debido a la campaña militar rusa en Ucrania.

El mandatario ruso ya informó el pasado domingo de que a principios de esta semana anunciaría la respuesta del Kremlin al tope occidental de 60 dólares (56,5 euros) por barril. Y así ha sido. La respuesta anunciada contempla la prohibición del suministro de petróleo y productos derivados desde la Federación Rusa “a quienes prescriben un precio máximo en los contratos”, según recoge la agencia TASS.

Tendrá poca repercusión en los países comunitarios

“No perdemos nada por el tope ese”, aseguró Putin en un discurso en el que afirmó estar dispuesto a negociar con Kiev, pero revelando que su país no saldría perjudicado por esa medida. En el caso de los productos derivados del petróleo, la fecha en la que se introducirá la prohibición la decidirá el Gobierno ruso, aunque no será nunca antes de febrero del año que viene.

Esta medida tendrá poco impacto en los países comunitarios, debido a que la mayoría han reducido drásticamente sus compras de petróleo ruso y desde el pasado día 5 está en vigor el veto de la Unión Europea al crudo ruso que llegaba por mar. Cabe recordar que la Unión Europea dio el paso de fijar un tope al petróleo ruso el pasado 2 de diciembre.

El decreto incluye una cláusula que permite a Putin anular el veto en ciertas circunstancias

El Ministerio de Energía de Rusia será el encargado de realizar el seguimiento del cumplimiento del decreto presidencial sobre las medidas de represalia frente a la introducción de un techo en los precios del petróleo ruso. A pesar de que India y China no han secundado el tope, las medidas adoptadas por Occidente también tienen implicaciones acerca de las exportaciones fósiles rusas a los dos gigantes asiáticos.

Y es que multitud de las empresas armadoras y aseguradoras que participan en esos envíos están radicadas en países que sí han fijado el precio máximo. Es por ello que el decreto presidencial ha subrayado que “la prohibición se aplicará durante todas las fases del suministro hasta el comprador final”.

Además, por si esto fuera poco, el decreto ruso incluye una cláusula que permite a Vladímir Putin anular el veto en ciertas circunstancias. Esta fijación del tope occidental al petróleo ruso, sumado al coste de las actividades militares en Ucrania ha provocado que las previsiones del ministro de Finanzas ruso, Anton Siluanov, acerca del déficit presupuestario de Rusia sean superiores al 2% del PIB que estaba planificado para el 2023.