Los edificios que deberán tener contadores para la calefacción central el 1 de octubre
En función del sistema de calefacción centralizada que disponga cada edificio puede convenir más adaptarse a la nueva norma emplear un contador individual o decantarse por repartidores de costes.
Los sistemas de calefacción centralizada están abocados a extinguirse. El plazo para hacer las modificaciones que el edificio precise variará en función del número de viviendas que tenga este y la zona climática en la que esté situado. En cualquier caso, para mediados del próximo 2023 todas las construcciones deberán haber hecho el cambio.
Así lo recoge el decreto que el Gobierno publicó el pasado 6 de agosto de 2020. Los plazos que el texto contempla pasan por la petición de los presupuestos y, una vez tengan acreditado que el proyecto es viable, se “deberá proceder a la instalación de los sistemas de contabilización individualizada en un plazo máximo de quince meses a contar desde las fechas previstas”, indica la norma.
De esta manera, ya hay una serie de edificios que, por sus características particulares, este 1 de octubre ya deben tener instalados los contadores individuales. Es el caso de las construcciones que tengan menos de 20 viviendas estén localizadas en la zona climática E y aquellas que tengan 20 o más hogares, pero estén situados en la zona climática D. Asimismo, desde el pasado 1 de mayo, ya deberían contar con este sistema aquellos edificios que tengan un uso diferente al de la vivienda y estén ubicados en la zona climática, así como los edificios de 20 o más viviendas.
Aún quedan otros dos plazos más de cara al próximo 2023. El 1 de marzo deberán cumplir con este requisito los edificios de menos de 20 viviendas localizados en la zona climática D y las construcciones de 20 o más residencias situadas en la zona climática C. Y, finalmente, el 1 de mayo será el turno de aquellos edificios de la zona climática C que alberguen menos de 20 domicilios.
¿Qué sistemas se pueden utilizar?
En función del sistema de calefacción centralizada que disponga cada edificio puede convenir más adaptarse a la nueva norma emplear un contador individual o decantarse por repartidores de costes. La primera de las dos opciones es la más exacta, dado que mide la energía consumida por cada usuario y pasa el cobro en función de dicho dato.
Los repartidores de costes, sin embargo, son más convenientes para aquellos edificios que cuenten con una calefacción por columnas verticales. Este método consiste en instalar repartidores de costes en los radiadores que miden la energía que consume cada aparato. De esta manera, si todas las viviendas de un mismo edificio cuentan con un sistema así, se pueden repartir los gastos en función del consumo de cada hogar.
Un ahorro del 30%
Implantar contadores individualizados es una medida con la que se busca fomentar la eficiencia energética de cada edificio, así como el ahorro de energía en todos los hogares. Y, ahora que el gasto en esta materia estará repartido en función del consumo de cada familia, se estima que se producirá un ahorro para el conjunto de usuarios. Así lo ha contemplado el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), que prevé que este ahorro rondará el 30%, según ha recogido la Comunidad de Madrid.