Las excentricidades de Carlos III: enfados, se plancha los cordones…
El nuevo monarca de Inglaterra pide que se traslade su cama, muebles e incluso fotos cuando viaja. Sus pertenencias deben llegar un día antes que él.
Como cualquier otra persona, el monarca Carlos III tiene sus manías, pero en este caso es especial. Las manías de un rey pueden llegar a ser extravagantes, y se han ido desvelando poco a poco desde que Isabel II falleciese y le dejase el trono a su hijo. En este artículo recopilamos las rarezas más significativas del nuevo rey de Inglaterra.
Según voces de palacio citadas por la revista Diez Minutos, Carlos III exige todas las mañanas que la ducha esté a una temperatura determinada, que el tapón de la bañera esté dispuesto de un modo concreto y que la toalla se coloque de forma que le resulte más cómo secarse.
La bañera debe estar llena hasta los 18 centímetros y la temperatura del agua tiene que ser de 20 grados, un trabajo del que se encarga una doncella cada mañana. Además, pide que se planche su pijama y los cordones de sus zapatos todos los días. Las excentricidades continúan a la hora de vestirse.
Según explica el biógrafo real Anthony Holden en el documental The Madness of Prince Charles, Carlos III se viste siempre con ayuda de dos hombres. También es su propio personal quien le pone la pasta de dientes en el cepillo con una altura de 2,5 centímetros, ya que no le gusta tocar la pasta, según el biógrafo.
Viajar con la casa a cuestas
Toca desayunar y Carlos III lo quiere de forma concreta. “La instrucción era colocar dos ciruelas y un poco de jugo en el tazón y enviárselo para el desayuno. Le mandaba dos ciruelas y él dejaba una para que volviera a mis manos y yo la regresara al frasco. Una mañana pensé en ponerle solo una. La envié al comedor, me mandó a llamar y me preguntó: ‘¿Tienes dos, por favor?’. Así que tuve que seguir enviándole dos cada mañana y me devolvía una”, explicó Darren McGrady, el que durante muchos años fue chef de la Casa Real británica. Carlos III también pide huevos que se hayan cocido exactamente siete minutos.
Pero quizás la rareza más significativa del rey aparece en los viajes. Según cuenta Tina Brown en su libro The Palace Papers, Carlos III pide que se traslade su cama, muebles, e incluso fotos cuando viaja. Una furgoneta lo hace un día antes de que él llegue. “La única confirmación de su llegada a un acto es la llegada del camión con sus pertenencias, mientras este no llegue, uno no puede estar tranquilo”, señala la autora, que asegura que en un viaje a Canadá tuvieron que trasladar una cama ortopédica, el váter y su papel higiénico favorito, el Kleenex Velvet. Luego dicen que Nadal es maniático.
Tiene manías incluso para dormir. Carlos III duerme con las ventanas abiertas incluso en pleno invierno, según la periodista Ana Polo, que también es autora de la biografía sobre Isabel II titulada ‘La Reina’.