La verdura que lleva el roscón de Reyes y poca gente conoce

El roscón de Reyes es un bollo elaborado con una masa dulce con forma de toroide adornado con rodajas de fruta confitada, escarchada o cristalizada de colores variados. Puede rellenarse de nata montada o crema, en la actualidad también de moca, trufa o chocolate, y se introducen en su interior sorpresas. Habitualmente, se sirve la Noche de Reyes, 5 de enero, y el 6 de enero en el día de Reyes.

Es un dulce navideño característico de la cultura española, pero por su influencia posterior este dulce navideño se sirve igualmente en otros países hispanohablantes así como en Francia, Bélgica y Portugal. La única cosa negativa de los roscones, según la mayoría de la sociedad, es la fruta escarchada.

Ingredientes

Y es que, pese a que casi siempre acaba en la basura, los pasteleros siguen poniéndola porque según la leyenda, representa las gemas y esmeraldas que los Reyes de Oriente llevaban en sus túnicas, de colores rojos y verde. La naranja, es naranja, valga la redundancia. La roja, puede ser cereza o sandía. Por último, la verde, se trata de calabaza teñida de un color verde intenso, aunque en algunos casos los pasteleros utilizan melón, también teñido. Siempre se ha hablado de fruta, pero en muchas ocasiones, sin saberlo, estamos comiendo verdura, en una cantidad pequeña, pero verdura al fin y al cabo.

El resto de ingredientes de la receta del roscón de Reyes suelen ser los siguientes. En primer lugar, para la masa: harina, trigo, leche templada, agua templada, levadura fresca, azúcar, sal, mantequilla y un huevo. Para el glaseado de azúcar: azúcar glass y leche. Y para decorar, como bien hemos mencionado anteriormente, fruta escarchada o guindas.

Origen

El origen del roscón aparece estrechamente vinculado a unas fiestas paganas llamadas Saturnales, las cuales estaban dedicadas al Dios Saturno (Urano en la mitología griega) que comenzaban tras el solsticio de invierno y perduraban hasta febrero, celebrando así la llegada de los días más largos después del duro invierno.

Durante estas fiestas, los esclavos eran liberados de trabajar y festejaban durante días con amigos y familia, y uno de los alimentos tradicionales que se preparaba era una torta con miel, frutos secos y dátiles. A partir del siglo III se volvió una costumbre incorporar a este dulce una haba en su interior, debido a que era un símbolo de prosperidad y fertilidad.

¿Cómo llegó a España?

De esta manera, quién la encontrara tendría un buen año. Con la llegada del cristianismo y la disolución del Imperio romano, esta y otras tantas fiestas fueron olvidadas o reconvertidas en festividades cristianas. No obstante, la torta de las saturnales perduró en el imaginario europeo, triunfando sobre todo en Francia.

A España llegó de la mano de los borbones, en concreto con el reinado de Felipe V, el cual trae esta costumbre francesa que tendrá mucho éxito en el país e introdujo la modalidad de incluir dentro de la masa una moneda como premio, que con los años se convirtió en una figurita de cerámica, a la vez que el haba se convirtió en un símbolo negativo.