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La predicción de Roberto Brasero para Semana Santa

El hombre del tiempo llama a la precaución a la hora de hacer las maletas porque “no hay que pensar en el tiempo que hace sino en el que viene por delante”

David Zorrakino Europa Press

Son muchos los adeptos a las predicciones de Roberto Brasero, el popular hombre del tiempo de Antena 3. Especialmente atentos están todos a los vaticinios cuando llega un periodo de vacaciones, porque hay que enfrentarse al reto añadido de hacer una maleta que se amolde a las características climáticas que uno encontrará en el viaje. A nadie le gusta hacer un equipaje de veranillo para luego encontrarse lluvias torrenciales.

Por eso, Brasero ha advertido a sus televidentes. Ha dicho que, cuando se hace la maleta, no hay que hacerla pensando en “el tiempo que hace” sino en el que viene por delante. Es decir, ir un paso por delante y ser previsores, algo para lo que es inestimable la ayuda de los hombres del tiempo que, cada día, explican con pedagogía los caprichos meteorológicos del planeta.

Poca lluvia, mucho sol

Semana Santa no está todavía aquí, pero sus contornos se ven cada vez más claros. Por eso, se tornan importantes los valores que vayan marcando los termómetros durante las próximas jornadas. Según Brasero, lo que vendrá la semana que viene será, en general, una agradable subida de las temperaturas a valores que, ya sí, tendrán plácidas reminiscencias primaverales. No obstante, no será un cambio brusco sino escalonado.

Porque el lunes 27 comenzará con un ligero revés para aquellos que suspiran por la llegada del buen tiempo. Hará un fresco momentáneo, incluso manteniéndose la posibilidad de alguna tenue helada nocturna en zonas muy concretas de la península. Pero, a partir del martes por la tarde, ya por fin, llegarán los soles espléndidos que la primavera llevaba semanas prometiendo. Será el preludio triunfal de una Semana Santa marcada por las buenas temperaturas.

Otro apunte esperanzador es que esta Semana Santa se auguran muy escasas lluvias, en la algunas zonas directamente inexistentes. Con un cómputo global de precipitaciones bastante más bajo que otros años. Los únicos sitios que podrían tener procesiones pasadas por agua son, aunque ya hay costumbre de ello, los del norte de España. No obstante, también es importante la prudencia en las previsiones del tiempo, ya que día a día van llegando nuevos datos que dejen obsoleto lo que se dijo en la sesión anterior.

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