¿Cuánto cuesta un entierro en España y cuáles son los gastos del sepelio según la OCU?

El momento de enterrar a un familiar siempre es duro para todo el mundo. Las emociones salen a flor de piel para despedir a uno de los nuestros, ya sea familia directa o un buen amigo. Más allá de lo emotivo, hay que tener en cuenta la cantidad de dinero que puede llegar a costarnos el entierro, que no suele ser poco. Entre los costes del velatorio, el ataúd, flores, inhumación o incineración, funeraria y demás, puede salirnos por unos 3.700 euros de media, incluso algunos por encima de los 5.000.

Son unas cifras que se desprenden de un informe publicado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), en base a un análisis de 113 funerarias en 29 ciudades españolas durante el año pasado. Según sus datos, el coste medio más elevado se encuentra en Vigo (unos 6.100 euros) y Alicante (5.455 euros), muy por encima de otras más asequibles como Cádiz y Zaragoza, en las que puede salir por unos 2.500 euros de media. En el análisis se opta por un servicio digno, pero sin lujos ni extras que puedan incrementar de forma notable el precio. La petición era la de enterrar en el cementerio de la ciudad, alquilando un nicho durante un periodo mínimo de cinco años.

Sorprende, también, las diferencias encontradas por la OCU dentro de una misma ciudad. Son los casos de grandes urbes, como por ejemplo Barcelona (entre los 2.300 y los 5.100 euros para un entierro) y Madrid (entre 4.400 y 6.300 euros). No obstante, de forma general la capital es uno de los municipios más caros. De los cerca de 4.000 euros de media que cuesta, la mayor parte va destinada al féretro, con unos 1.198 euros, si bien se pueden encontrar modelos más económicos por alrededor de 600.

Desglose de gastos

Dejando a un lado la principal fuente de gastos de un entierro, le siguen la inhumación (a partir de unos 646 euros) y los gastos del tanatorio (en 2021 el precio del alquiler más barato durante 24 horas fue de 546 euros). Un precio que, ante la elevada inflación, es de esperar que se haya incrementado. En el caso de optar por la incineración en lugar de la inhumación se pueden ahorrar alrededor de 100 euros.

En cualquier caso, este gasto puede variar en función de diferentes aspectos, como explica la OCU: elegir la fila del nicho, si se quiere cambiar la unidad de enterramiento (sepultura, panteón, etc.) o si la inhumación se realiza en unidades de enterramiento de las que ya dispone la familia y es necesaria una actuación previa.

Estos son los gastos más importantes, pero hay otros menores que van incrementando la factura final: las esquelas (319 euros), el personal y servicio (291 euros), el coche fúnebre (211), las diferentes gestiones que se deben realizar (205 euros) o las flores (186 euros).