La infusión natural que baja el colesterol
Consiste en una mezcla de ajos y limón que contribuye a eliminar toxinas; sin embargo, no se recomienda consumirlo más de una vez al año.
La llegada de la Navidad es también la llegada de las reuniones con amigos, familia y de grandes comidas. Estos excesos, sumados a la práctica de un menor ejercicio físico y a un mayor consumo de alcohol del habitual, puede suponer un incremento de hasta un 10% de los niveles de colesterol en sangre. Así lo han advertido desde la Fundación Española del Corazón.
Para poder prevenir una subida del colesterol, los expertos recomiendan evitar las grasas saturada y consumir fruta, verdura, legumbres, cereales y hortalizas. Sin embargo, seguir una dieta de estas características puede resultar más difícil en estas fechas.
Pero hay remedios naturales que pueden servir durante las fiestas, como una infusión de ajo y limón. Esta se puede tomar antes de las comidas y sólo precisa de tres ingredientes: cuatro limones, cuatro cabezas de ajo y tres litros de agua hervida.
Nunca tomar durante más de 40 días
Una vez terminado el proceso anterior, se puede proceder a probar la infusión. Durante los primeros días, se aconseja tomar una cucharada sopera antes de cada comida —y, si no resulta muy agresivo, se puede llegar a tomar hasta dos—.
Al tratarse de un método depurativo, puede desencadenar en dolores de cabeza o en un aumento de la mucosidad. En este sentido, es una manera de controlar el colesterol que no se debe seguir durante más de 40 días. Asimismo, tampoco se puede llevar a cabo más de una vez al año.
Recomendaciones para bajar el colesterol
La Guía Europea sobre Prevención de la Enfermedad Cardiovascular apunta que los valores de colesterol totales no deben superar los 190 mg/dl y que el colesterol LDL —conocido como “colesterol malo”— tiene que estar por debajo de los 115 mg/dl en la población general.
Desde la Fundación Española del Corazón han compartido varios consejos para prevenir una subida del colesterol. Más allá de la alimentación equilibrada y sin grasas saturadas, recomiendan salir a caminar, montar en bici, hacer natación u otros ejercicios aeróbicos de intensidad moderada. Puesto que estos, si se hacen de manera regular, ayudan a aumentar el colesterol bueno (HDL) y a reducir el malo (LDL).