La AEMET confirma el tiempo para el puente de mayo
La ola de calor se irá atenuando a lo largo del fin de semana, dejando incluso algunas lluvias en zonas concretas de la península
Ya está a la vuelta de la esquina el puente de mayo, una época que cientos de miles de familias aprovecharán para desplazarse, ya sea al pueblo o haciendo un viaje relámpago a una de las muchas y preciosas ciudades de la geografía española. No obstante, lo primero que se debe mirar cuando se está planeando una escapada es cómo se comportarán los cielos. Un tiempo poco favorable puede arruinar casi por completo una salida meticulosamente ideada.
Abril ha sido, a todas luces, un mes raro. Los valores señalados por los termómetros en buena parte de España han sido completamente atípicos para la estación primaveral. En esta época del año, lo normal es que el sol empiece a asomar tenuemente, trayendo ese tiempo intermedio y agradable que permite sacar la chaquetilla fina por las noches. No ha sido el caso. Estas semanas han sido un verano anticipado.
Llevamos días inmersos en una agotadora ola de calor. Más de 30 ºC en algunos puntos de la península. No lo han notado tanto en el norte, donde están acostumbrados a un clima más suave -pero también más lluvioso. No obstante, parece que esto se acaba. O, al menos, que se atenuará. La AEMET predice que la ola alcanzará su pico durante los días 27 y 28, pero que las temperaturas descenderán en las siguientes jornadas.
Calores a destiempo
Pero tiene que empeorar para mejorar. Lo que se espera el 28 de abril será horrible. Sobre todo para los pobres españolitos que vivan cerca de las orillas del Guadalquivir. Entre 36 y 38 ºC. En general, el sur oscilará en valores cercanos a la treintena. Incluso otras zonas normalmente menos agresivas, como el Valle del Ebro, tendrán que prepararse para calores de calado similar.
Las precipitaciones harán visitas esporádicas a lo largo del puente, pero solo en lugares que son viejos conocidos de las gotas. Mitad norte, incluyendo Cordillera Cantábrica, Sistema Ibérico, Galicia o Pirineos. No obstante, la llegada de una masad e aire algo más húmeda por el oeste tendrá un efecto estabilizador en casi todo el territorio. Será el fin, al menos momentáneo, de la escalada de los hondos calores que se han apoderado a destiempo del país.