ACTUALIDAD
Hallan el primer texto escrito en el antecedente del euskera: es de hace 2.100 años
Un grupo de arqueólogos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi descubrieron en Irulegi una lámina de bronce de más de dos mil años de antigüedad.
Un grupo de arqueólogos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, especializada en la conservación y puesta en valor del patrimonio científico, histórico y cultural, ha hallado en Irulegi el primer texto escrito en el antecedente del euskera.
En concreto, se trata de una lámina de bronce de más de 2.100 años de antigüedad escrita en un sistema gráfico vascónico, derivado del íbero y que, según manifestaron los propios investigadores, podría tratarse del antecedente del euskera actual. De hecho, según explican en la web oficial, se trata de un hallazgo correspondiente al siglo I a.C, en una época anterior a la llegada de los romanos y en el lugar donde las fuentes clásicas ubicaban el territorio de los vascones.
“Parece ser que cogieron el sistema gráfico o signario de los íberos, lo adaptaron y lo utilizaron para escribir en su idioma. No era euskera, sino eso que se llama lengua vascónica, el antecedente del euskera de hace 2100 años”, expresó Mattin Aiestaran, uno de los autores del hallazgo en declaraciones realizadas a ‘Eitb’. De hecho, aseguró que fue en en el Departamento de Restauración del Gobierno de Navarra donde encontraron el texto escrito.
Una de las palabras que se puede leer es “Sorioneku”, cuya traducción literal al castellano es “de buena fortuna”. Se trata de la única palabra que los arqueólogos han podido describir. Por otra parte Javier Velaza, catedrático de Filología Latina en la Universidad de Barcelona, informó que se trata del “primer documento escrito indudablemente en lengua vascónica y además escrito en un signario que es también vascónico”.
Pese a que se ha informado en noviembre de este hallazgo, realmente fue en junio de 2021 cuando los arqueólogos dieron con este texto escrito, mientras que fue en enero de este año cuando los investigadores averiguaron que aparecía en la inscripción escrita. Para averiguar el texto escrito, fue imprescindible el uso de pruebas con carbono.
Peso de 36 gramos y 143 milímetros de altura
En cuanto a las características de la mano, tiene 143,1 milímetros de altura, un grosor de 1,09 milímetros y una anchura de 127,9 milímetros. Su peso alcanza los 36 gramos. La inscripción en el bronce se encuentra en el dorso y en la muñeca se encuentra el agujero que permitía que fuera colgada, probablemente de una madera. Según la propia asociación, no fue hasta la llegada de los romanos y con ellos el alfabeto latino, que empezaran a escribir.