Europa exige no hacerse operaciones estéticas en Turquía por el botulismo: lo que está pasando
Asciende a 67 el número de pacientes afectados por el brote, originado por negligencias médicas en operaciones con bótox para la pérdida de peso
Turquía es un destino jugoso para los que se quieren hacer operaciones médicas o estéticas por la vía rápida. Sin embargo, en ocasiones estos procedimientos se hacen sin cumplir con las pulcras garantías sanitarias de los países europeos, y lo que al principio parecía un atajo se acaba convirtiendo en un riesgo real de perder la vida en una operación que, hecha debidamente, sería hasta rutinaria.
Tristemente, ha sido el caso de al menos 67 pacientes que se sometieron en este país a una operación para perder peso a finales de febrero. Han contraído botulismo, una seria enfermedad que paraliza los músculos y, en casos extremos, puede resultar mortal al perder el cuerpo todas sus capacidades y volverse imposibles de realizar las funciones básicas como respirar o deglutir. Y no es descartable que, en los próximos días, se reporten nuevos casos, pues el goteo de enfermos está siendo exponencial.
Las autoridades turcas han añadido hoy 53 nuevos casos confirmados a los 14 que ya había hasta ahora (todos ciudadanos europeos, con 12 alemanes, un suizo y un austriaco). No obstante, no se ha informado de momento de la nacionalidad de los damnificados más recientes, así que se desconoce cuántos europeos habrían enfermado en total. El ministerio de Sanidad no tiene constancia de que haya ningún español en este grupo, pero la información que se tiene es aún muy difusa y el gobierno sigue la evolución de la cuestión con interés y atención.
Sin garantías sanitarias
Las entidades europeas e internacionales también analizan muy de cerca este grave brote, y tanto la OMS como la Unión Europea han recomendado encarecidamente que no se acuda a Turquía para someterse a este tipo de operaciones, pues son bastante frecuentes los contagios debido a las malas condiciones de las clínicas en las que se realizan. Si bien es una opción más rápida y barata, siempre es más aconsejable esperar, aunque sea mucho tiempo, y acudir a un lugar que dé garantías en los procedimientos.
El país otomano ha asegurado que ya se ha abierto una investigación para determinar si esta coyuntura ha sido causada por negligencia profesional de los que realizaron las operaciones o si, por el contrario, la culpabilidad recae sobre una remesa de bótox contaminada. Pero los informes parecen apuntar a la primera opción, pues los análisis mostrarían que el producto inyectado sí cumplía con los requerimientos sanitarios. Las autoridades ya han prohibido a los dos centros en cuestión hacer estas operaciones, al menos hasta que todo se esclarezca.
Además, también se ha emitido un aviso a nivel europeo para que todas aquellas personas que hayan ido recientemente a Turquía a recibir un tratamiento de estas características acudan inmediatamente a un médico si comienzan a notar síntomas sospechosos. La Agencia Europea para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC) ha admitido que la gravedad de los casos activos es variable, y que, aunque algunos se encuentran leves y estables, otros han tenido que ingresar en la UCI.