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España reclama a EEUU por el accidente de Palomares

El Ministerio de Exteriores de José Manuel Albares solicita a Washington que retire las tierras contaminadas. La respuesta ha sido “positiva”, según fuentes diplomáticas.

EFE / Fran Leonardo

El Gobierno de España ha vuelto a pedir a Estados Unidos que traslade al desierto de Nevada las tierras contaminadas que dejó en Palomares (Almería) durante la Guerra Fría, después de que un bombardero B-52 y un avión cisterna KC-135 estadounidenses colisionaran en un repostaje en vuelo en 1966 y dejasen caer cuatro bombas termonucleares: dos fueron recuperadas intactas, y las otras dos, aunque no detonaron, dispersaron su carga de plutonio y contaminaron la zona.

Entonces, Estados Unidos mandó centenares de soldados que, junto a operarios de la Junta de Energía Nuclear de España, limpiaron la zona y recuperaron los artefactos. La dictadura franquista dio por finalizada la labor en Palomares dos meses después del desastre, con el famoso baño en la playa de Manuel Fraga y con certificados e indemnizaciones a los vecinos de Palomares y Villaricos por parte de Washington. Se emitieron unos 900 certificados y EE.UU se llevó 4.810 bidones (de 242 litros cada uno) con tierras y residuos radiactivos.

Pero todavía quedan unas 40 hectáreas de superficie contaminada en Cuevas de Almanzora, un municipio almeriense perteneciente a Palomares y Villaricos. En total, son unos 50.000 metros cúbicos de tierras con medio kilo de plutonio. “El problema no es la limpieza de la zona, sino dónde se llevan luego las tierras contaminadas”, explica por teléfono a El País el alcalde de Cuevas de Almanzora, Antonio Fernández (PSOE), que se muestra frustrado por el “estigma de la contaminación de Palomares”.

Manuel Fraga bañándose en la playa de Palomares a principios de 1966.Europa Press

El plan de descontaminación fue el siguiente: España se encargaría de compactar la tierra afectada y dejarla en unos 6.000 metros cúbicos, y en 2015 se llegó a un acuerdo para que Estados Unidos se llevase las tierras radiactivas, puesto que en España no hay lugares para almacenarlas. El acuerdo no tenía vinculación jurídica, el memorándum no se llegó a desarrollar y la contaminación se mantiene en el municipio almeriense.

Según explica El País, el Ministerio de Exteriores de José Manuel Albares ha solicitado a Washington la retirada de las tierras. Aunque todavía no hay respuesta, fuentes diplomáticas aseguran que la respuesta “ha sido positiva” y que esperan poder alcanzar un acuerdo antes de que acabe la legislatura, pues las relaciones entre ambos países “están en su mejor momento de los últimos años”.

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