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Erdogan anuncia represalias

El presidente de Turquía admite errores en la gestión del terremoto y promete actuar con dureza: “Se tomarán las medidas necesarias”.

Anadolu AgencyGetty

Ante las consecuencias devastadoras que provocaron los terremotos en el sur de Turquía y cerca de la frontera con Siria el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró el estado de emergencia en el país otomano con el objetivo de “asumir todas las competencias al respecto”.

El máximo mandatario, que calificó el seísmo como “una de las mayores catástrofes de nuestra historia”, también admitió los ‘errores’ cometidos por el Gobierno turco en la gestión del desastre. “Es un hecho que no hemos podido responder tan rápido como esperábamos”, reconoció en un acto en la provincia de Adiyaman, donde se encontraba de visita en uno de los campamentos de supervivientes instalado. Asimismo, agradeció la ayuda humanitaria entregada por 94 países del mundo.

Por otro lado, Erdogan se comprometió a que todas las casas y edificios derrumbados como consecuencia de los terremotos de magnitud 7,7 y 7,6 serán reconstruidos en el plazo de un año, y el propio Estado turco se hará cargo durante un año del pago de los alquileres de las personas afectadas por los seísmos, y que tendrán que mudarse a viviendas situadas fuera de las regiones afectadas. Además, especificó que son “26 barcos, 75 aviones, 81 helicópteros, más de 12.000 equipos de construcción” quienes trabajan en el rescate.

También anunció que actuará con dureza contra todos aquellos “ignorantes” que habrían aprovechado este desastre para robar en comercios y mercados en estas zonas. “Cuando se atrape a quienes cometan estos abusos, se tomarán las medidas necesarias”, dijo al respecto. Además, explicó que la principal dificultad de las labores de rescate residen en que “el efecto devastador del terremoto se extiende por 10 provincias y a un área de 500 kilómetros”.

El número de víctimas mortales supera los 20.000 entre ambos territorios, tanto en territorio turco como en el sirio. Las condiciones climatológicas marcadas por el frío, sumados a otros inconvenientes como la escasez de medicinas y equipos, y al hecho de que miles de personas se han quedado sin vivienda, complican las labores tanto de rescate como las posteriores tareas de reconstrucción que las autoridades turcas deben llevar a cabo en el corto plazo.

Desde la OMS están reforzando sus efectivos en la región de Gaziantep, localizada al sur del país turco, donde se ha situado el epicentro del terremoto. “Se trata de una catástrofe que agravará el sufrimiento de los sirios, que ya se enfrentan a una grave crisis humanitaria. Millones de personas ya se han visto obligadas a huir por la guerra en la región y ahora muchos más se verán desplazados por el desastre”, apuntó director para Oriente Medio del Consejo Noruego para los Refugiados, Carsten Hansen.

Ayuda de Occidente a Siria y Turquía

Estados Unidos fue uno de los países que más se volcó con el envío de ayuda humanitaria a Turquía y a Siria. Según expresó el presidente norteamericano, Joe Biden, entre la ayuda enviada destaca el “apoyo en los esfuerzos de búsqueda y rescate”, además de asistencia para abordar las necesidades de los heridos y desplazados por el terremoto. El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, cifró en 279 las personas especializadas en búsqueda y rescate urbano que se encuentran en el país turco.

Además de países como Ucrania, China, Rusia y los países tanto de la UE como de la OTAN, han colaborado enviando ayuda numerosos deportistas y famosos de toda índole. El exfutbolista del Real Madrid Mesut Özil, alemán de ascendencia turca, organizó y envió las cajas repletas de material de primera necesidad dirigidas a las principales zonas afectadas por el seísmo. Los clubes del fútbol turco, el futbolista belga Dries Mertens o el jugador turco de la Atalanta, Merih Demiral, también se sumaron a esta iniciativa.

Crítica de Bashar al Asad a Occidente

El presidente sirio, Bashar al Asad, criticó a Occidente por tener en cuenta solamente el lado “político” de la situación en Siria y de ignorar el aspecto “humano”, en sus primeras palabras públicas desde el seísmo del lunes y en medio del debate sobre los efectos humanitarios de las sanciones contra Damasco. “La situación humanitaria no existe en Occidente y, por lo tanto, la politización de la situación en Siria es un asunto natural para ellos”.

Por otro lado, el hecho de que la ayuda a Siria no fuera canalizada por el propio Ejecutivo sirio no sentó bien al mandatario. En lugar de enviarse por vía gubernamental, en el caso del país sirio se ha canalizado por ONG o a través de las agencias de la ONU que operan en este país. Por el momento, el único lugar por el que podía llegar la ayuda humanitaria se hacía mediante el paso de Bab al Hawa, una travesía que ha utilizado el primer convoy de la ONU.

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