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El relojero de la Puerta del Sol señala qué podría fallar en las campanadas de 2023

Jesús López-Terradas explica a 20 Minutos que no habría alternativa rápida si se parte una rueda. “El plan B es echarse a llorar”. Al nuevo año le pide que le toque el Euromillones.

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Fernando Sánchez Europa Press

El año 2022 toca a su fin. Un año marcado especialmente en el mes de febrero, con la invasión rusa en Ucrania. Desde entonces, la actualidad ha estado marcada por las consecuencias indirectas del conflicto, como una fuerte subida de la inflación, con precios por las nubes de los carburantes, además de la cesta de la compra y el precio de la electricidad.

Pero más allá de eso hemos vivido también la muerte de celebridades como la Reina Isabel II y, recientemente, la de ‘O Rei’ Pelé. Estos 365 llegan a su fin y lo harán, en clave española, con las tradicionales doce campanadas desde la Puerta del Sol. Una Nochevieja que recupera todo su esplendor después de dos duros años limitados por una pandemia que cada vez va a menos. En el centro de Madrid, el reloj será el protagonista durante los últimos minutos de 2022 y los primeros de 2023.

Y desde hace ya más de dos décadas, allá por 1995, el relojero Jesús López-Terradas es el encargado de poner a punto el famoso reloj madrileño. Horas de trabajo durante los últimos días para que nadie falle, aunque siempre queda un espacio para ello, una remota posibilidad. “Si se parte una rueda, el plan B es echarse a llorar”, reconoce a 20 minutos.

Un trabajo diario con especial importancia en Nochevieja

Son más de 20 años como el máximo responsable de que todo funcione a la perfección en el reloj que corona la torre de la Real Casa de Correos. Pero es un ritual que no le es desconocido, pues cada semana el personal de la Relojería Losada (la cual regenta) acude para “subir las pesas para que no se pare el reloj, mirándolo y engrasándolo”.

En el caso de esta noche, serán “tres o cuatro” los profesionales que se encargarán de mantener todo el orden. “Uno está pendiente del mecanismo de la bola, otro del movimiento, otro de la sonería de los cuartos y otro de la sonería de las horas. Por si surge cualquier cosa, corregirla”.

Por fortuna, la probabilidad de que algo pueda llegar a ocurrir es muy remota, si bien no se puede descartar. “Es muy pequeña”, señala López-Terradas. Si ocurriera, prosigue, no habría solución inmediata. “Tiene arreglo, pero no es algo de ‘aquí te pillo, aquí te mato’. Pero ya procuramos nosotros, no solamente en diciembre, sino durante todo el año, corregir los defectos para que eso no pueda ocurrir”.

Un deseo para 2023

Mientras toda España está pendiente de su trabajo y del archiconocido reloj, los trabajadores no pueden disfrutar de las uvas. “No tiene sentido” hacerlo a destiempo, aseguran. El legado de la familia López-Terradas se quedará en Jesús, pues asegura que sus hijos no seguirá con el oficio. Pero no es algo que le preocupe, pues “vendrá otro profesional que lo hará igual o mejor”. Por último, concluye con un deseo a este 2023. “Ser lo más felices que podamos... Y que el próximo Euromillones de 200 millones me toque a mí”.

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