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El estudio que calcula cuántos muertos habría en una guerra nuclear entre EEUU y Rusia

Según un estudio publicado en la revista científica ‘Nature Food’, el conflicto provocaría una hambruna global que podría matar a más de 5.000 millones de personas.

MIKHAIL KLIMENTYEVGetty

Una guerra nuclear entre Estados Unidos y Rusia provocaría una hambruna global que podría matar a más de 5.000 millones de personas, según un estudio publicado hoy en la revista científica ‘Nature Food’. Climatólogos de la estadounidense Rutgers University han analizado cómo afectaría a la producción agrícola global el hollín que expulsarían a la atmósfera los fuegos derivados de un conflicto atómico.

La investigadora Lili Xia y su grupo han estudiado seis posibles escenarios: cinco de ellos corresponden a guerras nucleares entre India y Pakistán, mientras que el sexto es un gran conflicto entre Rusia y Estados Unidos. Los científicos han hecho sus cálculos “en base al tamaño del arsenal nuclear de cada país”, detalla su universidad en un comunicado.

Al introducir sus estimaciones en un modelo climático, los expertos han calculado el impacto que sufriría la producción de cultivos de maíz, arroz, trigo y soja, así como los cambios que sufrirían las tierras de pastoreo y los bancos globales de pesca.

Bajo el escenario menos dañino, una guerra restringida entre India y Pakistán, la producción media de calorías alimentarias mundial decrecería un 7% en los cinco años siguientes al conflicto. En el peor de los casos, en cambio, esa producción caería un 90% en un periodo de tres o cuatro años.

¿Qué países se verían beneficiados?

Los efectos en los cultivos se notarían especialmente en las latitudes medias y altas, en Estados Unidos y Rusia, potencias exportadoras de alimentos. Esto, a su vez, afectaría negativamente en los países que dependen de los alimentos de estos países: África y Oriente Medio.

“El Reino Unido, por ejemplo, vería caídas más pronunciadas en los alimentos disponibles que un país como la India que se encuentra en latitudes más bajas. Pero a Francia, que es un importante exportador de alimentos, le iría relativamente bien, al menos en los escenarios de emisiones más bajas, porque si se detuviera el comercio, tendría más alimentos disponibles para su propia gente”, señala el estudio.

“Otra nación menos afectada es Australia. Aislada del comercio a raíz de una guerra nuclear, Australia dependería principalmente del trigo como alimento. Y el trigo crecería relativamente bien en el clima más frío inducido por el hollín atmosférico”, indican los investigadores. A continuación, el mapa elaborado por los investigadores, que muestra el nivel de hambre que habría en el mundo si la mitad de la alimentación del ganado se acaba utilizando para la alimentación humana (columna del medio). Todos los mapas contemplan un mundo sin exportaciones.

Tres de cada cuatro personas sufrirá hambruna

Lo peor, sin duda, son los datos. En el peor escenario, más del 75% del planeta sufriría hambruna. Para revertirlo habría que destinar al consumo humano la producción agrícola que actualmente tiene como objetivo alimentar a los animales.

La capa de ozono quedaría destruida por el calor en la estratosfera, produciendo más radiación ultravioleta en la superficie. Necesitamos comprender el impacto de ese escenario en la producción de alimentos”, ha señalado la investigadora, que ha explicado que falta analizar en mayor profundidad los efectos de una posible guerra nuclear.

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