El día que Bill Gates casi pierde un negocio de 15.000 millones
El informático estadounidense no era partidario del lanzamiento de la consola de videojuegos Xbox, pues lo consideraba un “insulto”.
Bill Gates, sin duda, es un hombre de éxitos. Uno de los grandes empresarios de la historia, con visión para emprender negocios en el momento exacto para conseguir ser una de las personas más ricas del mundo. Sin duda, Microsoft, compañía de la que es cofundador, es su obra maestra, su gran legado. Pero también, como todo el mundo ha cometido errores en su vida. Y uno estuvo a punto de costarle muy caro, también económicamente: pensó en no aprobar el lanzamiento de Xbox.
A día de hoy, la consola de Microsoft es una de más populares del mercado, compitiendo con Nintendo y PlayStation (Sony). Con sus ventas, así como de los juegos y las suscripciones a Xbox Game Pass le suponen a la compañía cerca de 15.000 millones al año. Una cifra nada desdeñable y que estuvo a punto de no existir.
Ed Fries, cocreador de Xbox, compartió con el medio especializado en videojuegos IGN la historia de la ‘Masacre del día de San Valentín’. Con este llamativo nombre bautizaron en Microsoft a una importante reunión en la que se decidió el destino de una de las grandes consolas de la historia, allá por el año 2001, meses antes de ser lanzada al mercado. Algo que pudo ser “su mayor error”.
Según desveló Fries, había equipos dentro de la compañía que plantearon a Gates y Steve Ballmer, los líderes de la empresa por entonces, la opción de crear una consola de videojuegos. El cocreador se encontraba en el bando que optaba por desarrollar un sistema de disco duro que fuera, en esencia, “un PC disfrazado”, como lo llamaba Fries. En éste se ejecutaría una versión de Windows, tal y como ocurre hoy con Xbox One. En el otro ‘bando’ se apostaba más por una consola tradicional, haciendo de “continuación de la línea Dreamcast de Sega”.
La opción de Gates
Bill Gates se posicionó a favor del equipo de Fries, con la idea de ejecutar una versión de Windows. El plan siguió adelante hasta que se dieron cuenta de que no sería posible el plan de negocio. Entonces, se vieron obligados a dar un giro y crear un sistema “cerrado” para ejecutar los juegos. Con ello se acabó en la citada reunión con Bill Gates y Ballmer, celebrada en el día de San Valentín.
En dicha reunión fue cuando Bill Gates estuvo a punto de cometer el gran error. Llegó a calificar el lanzamiento de Xbox como un “insulto” a todo lo que había hecho dentro de la compañía. Los allí presentes esperaban un enfado por parte del filántropo estadounidense por el hecho de no tener Windows, pero no que llegara a tales niveles. Ballmer, por su parte, expresa su preocupación por la cantidad de dinero que perderían con este proyecto.
Entonces, todo cambia cuando se mencionó el potencial de Sony con su propia consola, PlayStation, y como posible rival de Microsoft en cuanto al ocio para el hogar. Ahí fue cuando se pusieron de acuerdo, mientras un alto ejecutivo de la compañía expresaba su opinión. “¿Qué pasa con Sony? Sony está invadiendo lentamente los salones con un procesador por aquí, software por allá... podrían ser una amenaza para Microsoft”. Fue entonces cuando Gates y Ballmer dieron su visto bueno al lanzamiento de la consola.