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El barco que iba a ser el crucero más grande del mundo se venderá cómo chatarra

El crucero iba a tener capacidad para albergar a 9.000 turistas en 2.500 camarotes. El barco se llevará a un desarmadero sin haber navegado ni una sola vez.

REUTERS/Annegret Hilse

Esta es la historia de un ‘juguete roto’. El Global Dream II iba encaminado a convertirse en el crucero de turistas más grande del mundo. Después de inversiones millonarias y una pandemia mundial, el crucero hará su viaje inaugural hacia un desarmadero: se venderá como chatarra.

La empresa Genting Hong Kong comenzó a construir la embarcación en 2018, y estimó que el crucero estaría listo para navegar a principios de 2021. Genting también construyó otro barco de medidas similares, el Global Dream I, con el objetivo de convertir a ambos en los cruceros con mayor capacidad de turistas del mundo. Cada barco costó en torno a los 1.800 millones de dólares.

El Global Dream II tiene casi 342 metros de altura e iba a tener capacidad para albergar a 9.000 pasajeros en 2.500 cabinas, además de los 2.200 tripulantes que trabajarían a bordo de la embarcación. Además, Dream Cruises, la empresa que iba a operar el barco, ya anunció que los camarotes serían un 15% más grandes que los que ofrecen otros cruceros.

La empresa no se recuperó de la pandemia

Nada más lejos de la realidad, el Global Dream II será despedazado y vendido por piezas, mientras que el Global Dream I se pondrá a la venta. Tanto Genting como MV Werften, el astillero alemán donde se trabajaba el barco, se han declarado en quiebra y han vendido las empresas a otros fabricantes de barcos, según la revista alemana An Bord.

Debido a esta venta, el administrador de insolvencia designado por el tribunal alemán, Christoph Morgen, explicó que había que sacar el barco del astillero antes de finales de año. Por ello, tanto Genting como Werften quieren vender las piezas y el motor del Global Dream II para poder recuperar parte del dinero invertido.

Finalmente, la pandemia se llevó por delante las aspiraciones del que estaba destinado a ser el crucero más grande del mundo. Debido a la congelación del turismo, el mercado de los cruceros entró en un período del que pocas empresas dedicadas al sector han podido salir.

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