Primeras consecuencias de la devaluación del peso argentino: los precios se disparan
La subida, del 100%, llega después del plan de ajuste anunciado por el presidente, Javier Milei, con la devaluación del 51% del peso argentino y el recorte del gasto público.
El gobierno de Javier Milei ha metido de lleno el bisturí en la economía argentina. La primera decisión del ministerio encabezado por Luis Caputo, ha sido devaluar el peso argentino un 51%, es decir, de 400 pesos por dólar, a 820 pesos. A este ajuste, se suman otras medidas incluidas en el recorte de gasto público.
Entre las medidas, se encuentran algunas como la suspensión de la obra pública, la reducción de subsidios al transporte y la energía, y de las transferencias de fondos nacionales a las provincias. El nuevo gabinete espera un ahorro de, al menos, un 5% del PIB, el equivalente a 20.000 millones de dólares. A esto hay que añadir la decisión de cancelar la publicidad gubernamental en la prensa.
Caputo puso como ejemplo el coste de la leche para explicar el motivo de la apuesta por el ajuste fiscal. “Para que se entienda en números, hablamos de que una leche pase de valer 400 pesos a 60.000 pesos en el lapso de un año. Nuestra misión es evitar esta catástrofe”. La consecuencia más inmediata de esta devaluación del peso argentino, ha sido la subida de precios en productos como el aceite, panificados, harina, arroz, fideos, lácteos y bebidas como la cerveza, el agua o las gaseosas.
El incremento del precio será cercano 50% para las bebidas mencionadas, mientras que puede producirse un aumento de unos seis euros de media en los aceites o el arroz, según informa la Cadena SER. Serán las clases medias y bajas las afectadas por esta medida económica de calado. El portavoz de la presidencia, Manuel Adorni, aseguró que el país necesita una “credibilidad internacional” que no puede conseguirse “gastando más de lo que se tiene”.
Reacción del FMI
Antes de la llegada de Milei al Gobierno de la nación, Argentina presentaba un dato de inflación interanual del 142%. En palabras del ministro de Economía, Argentina se enfrenta “a la peor herencia de nuestra historia” que puede provocar un nivel de hiperinflación anual del 15.000%. El Gobierno ha optado por la vía del ajuste y, con ella, poner en marcha la “motosierra” mostrada por Milei en campaña electoral.
En cuanto a la reacción de los mercados, se mantuvo la cotización del dólar y los dólares financieros registraron avances inferiores al 3%, según recoge El País. El Banco Central mantuvo las tasas de interés en un 133%, mientras que el FMI dio luz verde a las medidas del nuevo Ejecutivo. “Estas acciones apuntan a mejorar significativamente las finanzas públicas de una manera que proteja a los más vulnerables de la sociedad y a fortalecer el régimen cambiario”, expresó la directora de Comunicaciones, Julie Kozack.