La gobernadora del Banco Central turco no encuentra casa y se muda con sus padres: “Es todo terriblemente caro”
Hafize Gaye Erkan, primera mujer presidenta de este organismo, achacó a la inflación la decisión, después de elevar los tipos de interés hasta en un 40%.
Argentina no es el único país en el que la inflación hace mella de forma perjudicial en las finanzas del Estado. Turquía también atraviesa el mismo problema. El fiel reflejo de la deriva inflacionista que atraviesa el país otomano, es el hecho de que la gobernadora del Banco Central turco no encuentra casa.
Hafize Gaye Erkan, primera mujer de Turquía en convertirse en presidenta de dicho organismo el pasado mes de junio, ha adoptado todo tipo de medidas para frenar la escalada de precios sin éxito. La última de ellas, elevar los tipos de interés hasta un 40%. Una apuesta similar a la que tomó el Banco Central Europeo, que adoptó desde 2022 diez subidas consecutivas hasta mantenerlos en un 4,5% en septiembre.
Erkan regresó a su país procedente de Estados Unidos. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, recuperó para la causa a esta economista cuando terminó su etapa al frente del First Republic Bank, entidad financiera que quebró el pasado 1 de mayo por problemas de liquidez. El objetivo del presidente otomano no era otro que Turquía recuperara la credibilidad financiera a nivel internacional.
Licenciada en ingeniería industrial por la Universidad del Bósforo (Estambul, Turquía), y con un doctorado en la Universidad de Princeton (Nueva Jersey, Estados Unidos) en ingeniería financiera y matemáticas aplicadas, Erkan trabajó también en Goldman Sachs, antes de aterrizar en la sede del First Republic Bank ubicada en San Francisco. La delicada situación económica de Turquía ha imposibilitado que encuentra una vivienda que comprar.
“¿Cómo es posible que sea más cara Estambul que Manhattan?”, aseguró, en referencia a los precios de la vivienda en la ciudad turca. El escenario es tan complejo que tuvo que regresar a casa de sus padres ante la imposibilidad de hacer frente a la compra de una vivienda. “No encontramos una casa en Estambul. Es todo terriblemente caro. Nos hemos mudado a la casa de mi madre”.
El precio del alquiler, disparado
Más allá del precio de la vivienda, también se encuentran en una situación idéntica o peor los alquileres. Medios de comunicación turcos mencionaron que los precios se encuentran en torno a las 25.000 liras turcas, es decir, cerca de los 1.000 euros. Los datos oficiales apuntaron a que la inflación se sitúa sobre el 60%, aunque los economistas la sitúan en un dato que supera con creces el doble, casi en un 130%.