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El requisito para no declarar las ventas de Wallapop o Vinted en la Renta

Las ventas de artículos de segunda mano deben añadirse a la declaración de la renta solo si el precio por el que compramos el artículo es inferior al que lo hemos vendido.

Este miércoles, 3 de abril, comienza la campaña para presentar la declaración de la renta correspondiente al ejercicio fiscal de 2023. Esta se va a extender hasta el próximo 1 de julio y se puede realizar tanto de manera presencial en cualquiera de las oficinas de la Agencia Tributaria, por teléfono o a través de Internet. Cada año, surgen algunas dudas acerca de si hay algunos ingresos de obligatoria tributación. Es el caso de las ventas a través de aplicaciones como Wallapop o Vinted.

Aunque parezca que estas transacciones, en muchas ocasiones de beneficio mínimo, pasan inadvertidas a ojos de la Agencia Tributaria, no ocurre así. Es más, algunas de estas se deben incluir en la declaración de la renta. Se trata de aquellas ventas que se efectúen a un precio mayor del que se produjo la compra. En estos casos se considera que el vendedor está obteniendo una ganancia patrimonial como consecuencia de dicha venta. Ahora bien, en función de la cantidad a la que asciendan estas ganancias patrimoniales se deben pagar más o menos impuestos:

Porcentaje de impuestosGanancias patrimoniales
19%Hasta los 6.000 euros
21%De los 6.001 euros a los 50.000 euros
23%A partir los 50.001 euros

Pero este no es el único caso. En caso de que la frecuencia de ventas sea muy alta y los ingresos superen el valor del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) —que actualmente está en los 1.080 euros al mes—, también hay que rendir cuentas a Hacienda. En este caso, el organismo entiende que el vendedor está efectuando un tipo de actividad económica y que, por tanto, se debe dar de alta como autónomo.

Los compradores y el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales

Hasta hace un tiempo, esta actividad estaba totalmente libre de impuestos, pero el uso de este tipo de aplicaciones de compraventa de artículos de segunda mano es cada vez más frecuente. Y, en este sentido, Hacienda ha querido endurecer el cerco contra la economía sumergida y perseguir los fraudes fiscales. Por ejemplo, decidió limitar las cantidades a pagar con dinero en efectivo. Si antes se podía pagar hasta 2.500 euros en mano, ahora el límite se establece en los 1.000.

Otra de las medidas que ha tomado en este sentido es la de establecer una serie de impuestos para las personas que compren los artículos de segunda mano. Todas las adquisiciones están sujetas al Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales en su modalidad de Transmisiones Patrimoniales Onerosas (TPO). El impuesto se paga mediante el modelo 600 (a no ser que se haya comprado un vehículo, caso en el que hay que solicitar el modelo 620). De esta forma, los compradores pagarán a Hacienda el 4% de la cantidad desembolsada.

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