El motivo por el que quizá todavía no te ha llegado la devolución de la Renta
Hacienda puede congelar algunos de estos pagos, normalmente por tener el beneficiario alguna deuda pendiente con el fisco
Se vislumbra ya el cierra de la ventana para presentar la Declaración de la Renta. Es un periodo que puede traer lo mismo sustos que agradables sorpresas. Todo depende de si, en el cómputo final, a uno le sale a pagar o a devolver. Los de este segundo grupo, recibirán jugosos y muy bienvenidos pagos salidos de las arcas públicas como compensación por un exceso de tributación a lo largo del curso.
Aunque es cierto que ese dinero, en teoría, ya nos pertenecía, no lo es menos que, por inesperado, hace hasta ilusión percibirlo. No obstante, algunas de las personas a las que le ha salido la renta a devolver no han recibido nada de Hacienda. ¿Por qué? en la inmensa mayoría de los casos esto se debe a que la administración ha procedido a la congelación de la transferencia.
Esto significa que el Estado tiene algún motivo para no abonar al beneficiario la cantidad que se le debe. Actualmente, hay unas 350.000 devoluciones congeladas -aunque, cabe puntualizar, la cifra es bastante inferior a la que se observó el año pasado-. Pero esta acción no es, en absoluto, arbitraria. El erario público tiene que tener una buena justificación para congelar estas operaciones.
Situación de morosidad
El escenario más habitual es que el individuo tenga una obligación con Hacienda que aún no ha sido satisfecha. Por ejemplo, multas de tráfico impagadas o algún impuesto como el IBI. En caso de que exista una deuda de estas características, las devoluciones de la Declaración de la Renta se paralizan hasta que la persona haya regularizado su situación con la cosa pública.
Si se sospecha que este pudiera ser el escenario en el que se encuentra uno, lo recomendable es comprobar la situación actual con el fisco, por si pudiera haber pagos pendientes. En principio, una vez se haya rectificado esta situación de morosidad, Hacienda procedería a desbloquear la devolución debida. Es, en definitiva, una forma de instar al ciudadano a cumplir con su deber de mantenerse al día con sus deberes hacia el Estado.