El CNI alertó de la conexión rusa del grupo húngaro que quiere comprar Talgo

El Consejo de Seguridad Nacional (a cargo de la general Loreto Gutiérrez Hurtado) y el Centro Nacional de Inteligencia (que dirige Esperanza Casteleiro) enviaron sendos informes al gobierno de Pedro Sánchez sobre la relación de la húngara Ganz-Mavag con Rusia, lo que habría hecho que la OPA sobre Talgo fuera vetada.

Es lo que cuenta el diario El País, que el Gobierno habría clasificado la documentación del expediente de la JINVEX (Junta de Inversiones Exteriores), dada la información que ostentaba en su poder desde el 7 de marzo, un trabajo de más de año y medio sobre la posible OPA a la empresa Talgo.

Quién está detrás de la empresa húngara

Ganz-MaVag Europe es el nombre de una alianza de varias empresas. El 55% está en posesión de la compañía ferroviaria de Hungría, Magyar Vagon. El 45% restante corresponde a un fondo de inversión estatal que pertenece al Ministerio de Economía húngaro, llamado Corvinus International Investment.

El empresario húngaro András Tombor es la cara visible, tal y como ha sucedido en sus recientes visitas a Madrid. Es miembro del consejo de administración del conglomerado que quiere hacerse con la empresa española. Dicen de él que es una figura clave en la red empresarial del partido de Orban con estrechos vínculos personales con la élite económica.

Vive en Reino Unido, ha sido asesor de Defensa del primer ministro entre 1998 y 2002, y después se pasó a la empresa privada. Es propietario de la empresa aeronáutica checa Aero Vodochody y participa en medios de comunicación y empresas de publicidad.

Desde hace tiempo declara lo mismo “no tenemos nada que ver con los rusos. No es secreto alguno que antes de la guerra con Ucrania manteníamos relación con una empresa rusa, lo que se disolvió inmediatamente tras el inicio de la guerra, fuimos de las primeras empresas en dejar de colaborar con los empresarios rusos, desde entonces no hay vínculo”, afirmó en julio en Madrid.

Su objetivo era “hacer que Talgo sea una empresa más fuerte en el sector ferroviario, un sector que está creciendo muy rápido. El problema es la falta de capacidad industrial, y esto es algo que podemos ofrecer en Hungría, podemos aumentar la producción industrial de Talgo, podemos hacer que pase a ser un actor industrial de más de 1.000 millones en ingresos”.

En segundo plano está también la petrolera húngara MOL, con varios empresarios dedicados al gas y al petróleo, a cargo de gaseoductos tanto en Hungría como en países vecinos.

El empresario György Bacsa, director ejecutivo de MOL y alto ejecutivo de la Bolsa de Hungría, aparece como cofirmante de la oferta sobre Talgo.

Zsolt Hernádi, presidente de MOL, forma parte de una alianza empresarial húngara, NER. El presidente Orbán ha calificado a NER como un entramado de empresas que contribuyen al interés nacional. Hernádi es también miembro del Consejo Nacional de Competitividad desde 2017, la séptima figura más influyente del país.

Zsolt Hernádi está fichado por la Interpol, fue condenado a prisión por la justicia de Croacia por supuesto soborno al ex primer ministro de Croacia Ivo Sanader; tiene prohibido viajar al extranjero. Es además presidente del patronato de la Fundación Maecenas Universitatis Corvini, que gestiona la Universidad Corvinus de Budapest. Además, Maecenas Universitatis Corvini, recibió un 10% de las acciones de MOL que poseía el Estado húngaro, junto a un porcentaje similar de una farmacéutica, según Cinco Días.

Dentro de MOL hay un 10% de las acciones que son de Mathias Corvinus Collegium (MCC), la principal institución educativa privada de Hungría, cuyo consejo de administración preside Balázs Orbán, director político del primer ministro.

El partido de Orbán, Fidesz, estaría detrás de los casos de corrupción en NER que se han denunciado en el país.

El no a la OPA a Talgo

Tras la reunión el lunes del Consejo de Seguridad Nacional con la comparecencia de la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda; el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación; la ministra de Defensa; el ministro del Interior; el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible; el ministro de Industria y Turismo, y el ministro de Economía, Comercio y Empresa, además de Ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, se llegó al veto a la empresa húngara a uno de los sectores estratégicos como es el ferroviario.

Tal y como indicó el ministro de Economía Carlos Cuerpo, “Talgo es una empresa estratégica dentro de un sector clave para la seguridad económica, la cohesión territorial y el desarrollo industrial”.

Ha pesado también la negativa a la OPA por la tecnología de Talgo respecto al cambio de vía automático, ya que permite a sus trenes de alta velocidad rodar por distintos anchos de vía (y, por tanto, por otros países), lo que facilitaría a Rusia la logística militar, algo que con las sanciones impuestas a Moscú, además del desarrollo de la guerra en Ucrania, no se quiere permitir. El ancho de vía ruso es de 1,52 metros, algo que los trenes Talgo ya utilizan desde 2017 en sus conexiones entre Uzkekistán y Kazajistán.

Ganz-MaVag trabaja ya en la respuesta jurídica al Gobierno de España. Fuentes del grupo húngaro afirmaron a Europa Press que iniciará “todas las acciones legales a su alcance”, tanto en España como la Unión Europea, para defender su oferta de compra sobre Talgo.

Una vez vetada la operación, la alternativa para que salgan del capital los grandes accionistas de Talgo (que llevan años intentando vender la empresa), pasa por la empresa checa Skoda, que ya trasladó a la dirección de Talgo su interés en combinar sus negocios.

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