Eduardo Conde, experto financiero: “Las personas mayores deben tener un plan B tanto económico como profesional”

El fin de la vida laboral pone en marcha un cambio de ciclo en la vida de toda persona: la jubilación. Después de toda una vida trabajando para disponer de un sustento y una futura pensión, llega ese momento de tener más tiempo libre para uno mismo sin responsabilidades laborales. Sin embargo, no se puede dejar todo a expensas de la pensión.

En función de las condiciones personales de cada uno, puede quedar una pensión que no sea suficiente. O, antes de la jubilación, un despido puede suponer una complicada reentrada al mercado laboral. Por ello, es importante contar con un plan B. Así lo considera Eduardo Conde, socio sénior partner de Seeliger y Conde Kingsley Gate, una empresa de captación de talento de ejecutivos.

“Las personas mayores deben tener un plan B tanto económico como profesional”, explica en una entrevista con 65YMÁS, portal al que pertenece como parte del Comité de Expertos. Sobre esta generación sénior (las personas mayores) tiene claros sus puntos fuertes: la experiencia y un alto nivel de formación. Pero también sus defectos: la comunicación y el saber venderse.

Algo que les vendría bien para optar de nuevo a un puesto de trabajo tras quedarse sin él, y que resume en varias claves: conocerse bien, tener un objetivo, salir al mercado, tener un buen currículum y hacer una buena entrevista de trabajo. Sobre el currículum, destaca un aspecto clave. “Lo más relevante son los logros, no explicar las funciones, porque todo el mundo explica lo mismo, sino aquellos elementos que sirven para diferenciarnos”.

Jubilación activa

El consejo de disponer de un plan B, tanto en lo económico como en lo profesional, lo extiende a cualquier profesional. “En el aspecto financiero, es fundamental que durante su vida desarrolle una capacidad de ahorro, que le ayude en momentos que se encuentre sin trabajo o cuando se vaya a jubilar, para que eso le permita acometer otros proyectos. El carecer de plan B económico dificulta, por ejemplo, ser emprendedor”, precisa.

Entre otras cosas, se muestra partidario de promover la jubilación activa, que permite cobrar parte de la pensión y seguir trabajando. “El poder compatibilizar una jubilación parcial es algo que nos beneficia a todos. Y así la persona que está trabajando a tope y de repente se queda sin nada que hacer, no va a entrar en situaciones de depresión o de no activar toda su experiencia”.

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